sábado, 29 de junio de 2013

CUIDADOS PALIATIVOS (SOINS PALLIATISFS)

Cuidados Paliativos
(Soins palliatisfs)

Miguel A. Suárez Sandoval


A la palabra paliativo la Real Academia de la Lengua Española la define  como: “que mitiga, suaviza o atenúa. Se dice especialmente de los remedios que aplican a las enfermedades incurables para mitigar  su violencia y frenar su rapidez.
En Francia, en el caso de que las enfermeras vayan a  ocupar un puesto como el que hemos mencionado y que le llaman de «cuidados paliativos» (soins palliatisfs), debe ser previo acuerdo de partes en el que conste que el trabajador lo desempeñará sólo por tres (3) o cinco (5) años; para evitarle (al enfermero o enfermera) a posteriori grandes males.
Al vencerse el plazo, la relación laboral no desaparece porque el trabajador cesante en el puesto pasa a otro diferente al que tuvo, pero que sea con menor riesgo, por ejemplo en el trabajo con niños, la docencia en alguna de sus ramas o cargos administrativos.
Nos dicen Cristina Potes Rojas, Marta Tamana, Mari Trini Jiménez Rumi y Alva Torrilo, que: «El propósito (finalidad) de las curas paliativas es el apoyo y el cuidado de las personas en las últimas fases de su enfermedad, para que puedan vivirla plena y confortablemente como sea posible…». Y agregan que: «… los cuidados paliativos no son un conjunto de  misiones terapéuticas que buscan poner término a un sufrimiento y por ningún motivo debe confundirse con la muerte asistida o la eutanasia». Lo que se busca es el equilibrio entre no acelerar la muerte, pero tampoco alargar la vida inútilmente».  (Enfermería en las Curaciones Paliativas…).
Se comenta que los cuidados paliativos son tan antiguos como la misma medicina; pero es recién a partir  de la segunda mitad del siglo XX que apareció en  Inglaterra cuando se comenzaron a dar los primeros cuidados en centros oncológicos y en hospitales.
Posteriormente se han desarrollado programas de cuidados paliativos en residencias de ancianos o casas de enfermeras. Ahora constituyen todo una rama de la medicina llamada Medicina Paliativa (Carlos Centeno: Cuidados Paliativos, Nuevas Perspectivas y Práctica en Europa).

TRABAJADORES DE LA SALUD

TRABAJADORES DE LA SALUD

Miguel A. Suárez Sandoval


En algunos casos, como el de las enfermeras, a «las mujeres, según Rique Prado, se les ha atribuido un papel social caracterizado por la sensibilidad, complacencia, dulzura, pasividad, obediencia, necesidad de contacto afectivo, dependencia y fragilidad. Mientras que a los hombres se les define como el control, fuerza, actividad y dominio». (Mujer y Salud desde una Perspectiva y Género – Barcelona, España).
Médico es la «persona legalmente autorizada para profesar y ejercer la medicina». Carlos A. Seguín anota que el «… médico es quien ‘cura’, es un profesional raciocinante [...] que se dedica a cuidar a sus pacientes». Y agrega: «Médico es el hombre que […] usa su preparación técnica y capacidad […] para servir a sus semejantes cuando se hallan enfermos o puedan enfermar». (Diccionario Dialéctico).
Médico, según la Real Academia de la Lengua Española, deriva del latín «medicus». De la misma opinión es Carlos A. Seguín. Pero, algunos autores dicen que deriva de la raíz latina «medesis», que significa curar.
Enfermera es la persona que se dedica a la asistencia de los enfermos. La finalidad de la actuación de los trabajadores de la salud y especialmente del médico es mejorar la calidad de vida, en particular de sus pacientes y practicar una alegría externa.
Lucía Azpeitia Ávila dice que: «… la enfermería se refiere a los cuidados del enfermo y al trabajo relacionado con la prevención y la salud pública…». (Enfermería Terapéutica, pág. 1).
Y argumentan que el trabajo de las enfermeras y enfermeros está influido por el género.
El objetivo de las labores de los trabajadores de la salud es, en lo posible, evitar la muerte a sus pacientes; pero debe ser sin malograr su vida.
Recalcamos que los médicos tienen, entre sus facultades, la de prescribir, y las enfermeras sólo administran, no prescriben; aunque sobre esto hay una polémica internacional antigua. La prescripción de medicamentos hecha por una enfermera constituye una falta muy grave.
Prescribir, palabra que proviene del latín «praescindere», que en nuestro caso lo traducimos como «preceptuar; ordenar remedios». Prescribir «es la capacidad de seleccionar –guiados por un profesional– diferentes materiales, productos o dispositivos y medicación, para satisfacer la necesidad de salud del usuario y que se administran en forma de cuidados».
El médico en un centro de salud no es autoridad, es un profesional digno de respeto, como cualquier otro, pero no autoridad como lo fue en el siglo XIX (Perú), lo comenta Eduardo Zárate Cárdenas (Construcción del Poder Médico en el Siglo XIX), profesor del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima.
Paciente deriva del latín patiens-entis, que significa: padecer, sufrir.
Un paciente (verbigracia un trabajador) tiene la garantía que le ofrece la dirección, cual es la discreción que no le permite la divulgación, salvo casos muy excepcionales, por ejemplo comunicar al empleador del paciente, previa autorización, sobre la enfermedad profesional u ocupacional; así lo establece el Derecho Laboral, comparado.
Enfermera. «En la atención de enfermería hay una relación en la cual no sólo se comparten dolores sino también sentimientos», nos dice Danine Schiner (Trabajo y Gestación de Alto Riesgo por Diabetes…).
Las enfermeras y todos los trabajadores de la salud están expuestos a muchos riesgos de diversa índole y graves consecuencias para su salud. Pero el más peligroso tal vez sea el síndrome del burnout (ver), también llamado síndrome de Santo Tomás y/o síndrome del quemado, que también lo sufren los docentes, en particular del género femenino.
Las enfermeras trabajan en puestos educativos y de investigación; aunque esencialmente es una «cuidadora» de la salud, así expresa Renata Virginia González, y que enfermería es una profesión social, donde se trabaja en un ambiente con muchas personas, generalmente con mala ventilación, ruinoso  y sucio, con una jornada laboral muy larga, que se puede considerar inhumana (nos referimos a las guardias) y un trabajo de alto riesgo, que podrían concluir en el Karoshi (ver).
En el mundo es muy sabido que Japón es la nación donde se ha sometido al trabajador por cuenta ajena a intensas jornadas diarias y sin el descanso debido. Se dice que son los japoneses los creadores del concepto de muerte por exceso de trabajo o como ellos lo llaman karoshi.
Comenta Patricia A. Potter que: «… la enfermera contemporánea desempeña funciones interrelacionadas de cuidadora…». (Fundamentos de Enfermería – VI). A este término algunos autores han querido darle un significado peyorativo que, cuando menos nosotros, no lo consideramos así. «Cuidadora», palabra derivada de cuidar; y éste del latín «cogitare», que significa poner diligencia, atención y solicitud en la ejecución de algo, según la Real Academia de la Lengua Española. Carlos Alberto Seguín, médico y estudioso peruano, refiriéndose a la palabra «curar», anota que más que librar de una enfermedad, expresa la idea de «cuidar». (Diccionario Dialéctico). A su vez, este mismo autor, cuando se refiere a la palabra «médico» –y tratando de definirla– afirma: «… es el que se dedica a cuidar a sus pacientes». Y como término o vocablo se remonta hasta el griego «medos» que significa «cuidado».
«Enfermería es la ciencia del cuidado profesional». (Rivera 2000). El «cuidar» la salud de las personas implica tener un amplio conocimiento y sustento teórico de los fenómenos relativos a la salud y la enfermedad».
A los niños y adolescentes les está terminantemente prohibido trabajar en los centros de salud y sin distinción de puesto o de cargo, de horario o de cualquier modalidad.
Los trabajadores de la salud que laboren sólo en jornada parcial no deben o, mejor dicho, se les prohíbe trabajar en jornada extraordinaria; salvo que en la respectiva categoría el centro de salud no cuente con funcionarios con jornadas ordinarias o, de contar con ellos, no estén en condiciones de trabajar fuera del horario establecido.
En la enfermería –por la sobrecarga de trabajo, falta de control y los conflictos en el medio laboral– se produce un estado de constante tensión. Los estudios realizados en los centros de salud han demostrado que los trabajadores que atienden en el área de emergencia presentan niveles de estrés muy altos, con manifestaciones físicas como psicológicas, sobre todo donde hay necesidad de respuesta inmediata.
En muchos lugares y centros de trabajo –centro de salud– la mayoría son mujeres, enfermeras, auxiliares, paramédicos y administrativos; pero ellos no tienen autonomía ni poder de decisión sobre la mayoría de actividades que tienen que realizar. Incluso se comenta que por tal motivo existe una gran rivalidad entre los profesionales del área de salud.
En Japón las enfermeras no abundan. Es una de las profesiones que los nipones menos escogen, lo cual ha determinado que se abran programas migratorios para «importar profesionales de otros países asiáticos».
Últimamente se anunció la creación de un robot enfermero y se dijo que en el año 2011 serían utilizados en diversos hospitales, sobre todo para trabajos nocturnos. «Su misión principal: ordenar, dosificar, repartir y administrar las medicinas que los pacientes deben tomar, además de controlar sus signos vitales» (El Comercio de Lima, 5 de diciembre del 2010, Zona Mundo- 3b).
Supra se ha comentado que del total de las enfermeras, anualmente sólo el 10% consiguen trabajo y un 5% se conforman con ser contratadas como «nanas» o «amas» y el 85% no consiguen trabajo. Las enfermeras están preparadas para múltiples ocupaciones y en áreas en las que se pueden desarrollar; pero, reiteramos, su principal función es cuidar, y esa acción no termina con la muerte del paciente –porque en algunos lugares, que generalmente depende de la confesión religiosa donde se ubica el centro de salud– la enfermera tiene la obligación legal de intentar que la persona fallecida sea respetada en su dignidad; porque un tratamiento inadecuado al cadáver de una persona puede causar daño emocional a los deudos.
Las obligaciones de los trabajadores de la salud son:
1.Fomentar la salud mejorando las condiciones de vida, en especial de los ancianos.
2.Prever la enfermedad o detectarla precozmente; así como prevenir los accidentes en su centro de trabajo.
Los médicos y enfermeras tienen la obligación de informar en casos de sospecha de un abuso o abandono infantil, su incumplimiento constituye una falta grave, que además penalmente suelen ser implicados en el proceso.
Las enfermeras están obligadas a comunicar los casos sospechosos. Algunas legislaciones otorgan inmunidad al informador que lo hace de buena fe.
Patricia A. Potter dice que la enfermera desempeña una serie de actividades inherentes a su profesión, tales como:
-Cuidadora: «Ayuda a su paciente a recuperar su salud mediante el proceso de curación, como un todo, incluyendo medidas para restaurar el bienestar emocional, espiritual y social; como cuidar a los familiares del paciente a establecer objetivos con un costo mínimo de tiempo y energía». Y agrega que la enfermera también toma decisiones antes de implementar cualquier acción…, ya sea valorar la situación del paciente, prestar cuidados o evaluar resultados de sus cuidados.
-Protectora: Como tal ayuda a mantener un entorno seguro y tomar medidas para prevenir lesiones y proteger al paciente de efectos secundarios.
-Defensora: Protege los derechos humanos y legales del paciente; proporciona ayuda para defender sus derechos fundamentales si surgiere la necesidad, recordando la religión y cultura del paciente, procurando la comunicación con sus familiares; inclusive una enfermera debe velar por los derechos fundamentales de su paciente conforme a su  confesión religiosa; y, llegado el caso de muerte, procurarle una sepultura digna según sus ritos y costumbres confesionales.
-Consoladora: Debe ser tolerante y ver al paciente como un todo, no sólo su cuerpo, por lo que el consuelo y apoyo emocional debe darle fuerzas para su recuperación.
-Educadora: Debe explicar conceptos y hechos sobre la salud; demostrar procedimientos como las actividades de autocuidado y ayuda al paciente y familiares. Puede adoptar una función más activa en los factores de riesgo en cardiopatía, ofrecer educación para la autoexploración mamaria.
-Consultora: En el campo jurídico, ayudar a resolver o terminar con las dificultades en los procesos civiles, penales u otros como los casos de salud ocupacional, y en el campo del Derecho del Trabajo respecto a hostigamiento laboral o psicológico y acoso sexual (ver).
Wu Yi, vicepremier y ministra de Salud, en representación del Consejo de Estado de China, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Enfermería, dijo que: «… el trabajo de cuidado médico ha estado asociado con el espíritu humanitario y que las enfermeras han ganado el respeto y admiración del público desde que Florence Nightingale fundó la profesión hace casi un siglo». (Diario del Pueblo – 12 de mayo del 2003). Y agregó: «… las enfermeras del país han trabajado muy duro e intensamente por años, haciendo grandes contribuciones al desarrollo de la causa de salud pública de China».


VIOLENCIA

Las trabajadoras del sector salud son propensas a la violencia en el trabajo; es una tendencia mundial. Es un grupo de trabajadores que presentan un alto riesgo. Según los especialistas, «los que presentan mayores riesgos son los que se desempeñan en unidades de emergencia, hospitales psiquiátricos, unidades de ancianos, centros de rehabilitación de adictos, entre otros».
En Suecia el sector sanitario es el ámbito con más riesgo.  Y creemos que no es un caso aislado, porque «…en la 27ª  Asamblea Mundial de la Salud, en el año de 1974, se encontró que el grupo ocupacional de enfermeras reportó mayores problemas de salud y de estrés…». (Arturo Juárez García: Factores psicosociales, estrés y salud en distintas ocupaciones; un estudio exploratorio). Y la violencia contra las mujeres, en particular, se ha convertido en un problema significativo. Los actos de violencia más frecuentes incluyen violencia física, asaltos e intimidación. Además las tasas de violencia están directamente relacionadas con el número de bajas por enfermedades, burnout y movilidad de personal» (losrecursoshumanos.com – 28 de octubre del 2009 - ¿Por qué se mueren los trabajadores sanitarios?)
Reyes Núñez, miembro de la Asociación Francesa de Medicina del Trabajo, destacó que ya comienza a darse legislación internacional sobre el acoso laboral. Y aludió a la ley belga sobre medicina preventiva; mencionó al parlamento vasco para elaborar leyes en este  sentido; aludió un trabajo de Mari France Hirigoyen, que, según él, ha encontrado hasta 45 conductas hostiles y que el mayor número se produce en los hospitales, sectores sociales, administración pública y enseñanza. Es necesario que el derecho de los trabajadores los respalde (Miguel A. Suárez Sandoval: El Procedimiento del Trabajo en el Perú).
En algunos países hay notoria demanda de enfermeras y auxiliares de enfermería o técnicas; pero poca oferta por las precarias condiciones de trabajo.
En el campo de la psicología laboral –no digo industrial sino laboral– «… se considera que el género es determinante en lo que respecta a conductas violentas, siendo los varones más propensos a responder de una manera agresiva a muchas situaciones en el lugar de trabajo y las mujeres más propensas a la victimización».
Los trabajadores de la salud, en general, deben tener una jornada semanal que no supere los cinco (5) días de lunes a viernes y de treinta (30) horas semanales; es decir, seis (6) horas diarias. De trabajar horas de sobretiempo, en éstas deben estar incluidas las horas de guardia, salvo excepciones, en la forma como la doctrina laboral lo establece.
Los médicos y enfermeras de Portugal y Reino Unido tienen una jornada laboral de cuatro días y medio (4,5) semanales y un horario flexible.
En Polonia hay un superávit de especialistas de muy buena formación. Este país se ha convertido en la fuente de profesionales preferidos por los gestores sanitarios por su preparación y porque cuentan con un título de fácil homologación. Y algo similar podemos decir de Cuba.
Las mujeres trabajadoras –médicas, enfermeras y técnicas– no sólo son víctimas de jornadas inhumanas, sino que soportan guardias nocturnas de doce (12) horas, obligándolas a trasnochar en un ambiente laboral, por demás tóxico, como nos dice Vicente Escriba Argüir, la permanencia continua «…  con el sufrimiento de los pacientes en estado crítico…», es decir los últimos ratos de su vida, y esto no es acontecimiento lejano sino constantes cuidados paliativos (   ).
«Un reciente informe de la OIT señala que uno de los factores más negativos en el deterioro de la salud de los trabajadores son las excesivas horas de trabajo, en particular las mal distribuidas o las nocturnas. El informe indica que más de 48 horas por semana es un factor condicionante de estrés laboral que incrementa el riesgo de trastornos mentales. Más de 60 horas implica aumento del riesgo o enfermedades cardiovasculares».
Debe ser de interés social que se proscriba la jornada de trabajo excesiva y más que nada que se vigile el cumplimiento de la jornada de ocho horas, porque «… todo trabajo excesivo y demasiado prolongado lleva a un agotamiento  físico y a una atrofia moral e intelectual del que lo ejecuta». El Estado para evitar la degeneración de la población tiene la obligación de proteger a la clase trabajadora contra sí mismo y contra los que la explotan. (M. P. Gaudiot: Reglamentación de las Condiciones de Trabajo en Francia).
La razón de señalar en la  constitución de cada país, el máximo de la jornada diaria de trabajo por cuenta ajena, llamadas por un lapsus intelleptus, en las dos últimas constituciones (2011) jornada ordinaria es la de abolir las rancias costumbres de los siglos XVIII y XIX, y fijar el máximo de ocho (8) horas. Lo esencial de los artículos que lo señalan no es la jornada semanal, porque eso se deduce con una operación aritmética, la finalidad  es evitar que el trabajador por cuenta ajena sea herido en su vulnerabilidad, es decir en su salud, integridad física y psicológica. Por eso se regulan las horas extras, señalándolas también un tope semanal, y de las jornadas acumulativas por la jurisprudencia. 
Hay estudios que demuestran que trabajar (de forma permanente o rotativa) en turnos de noche tienen consecuencias adversas sobre la salud de las personas, especialmente si el trabajador tiene ese turno durante varios años y mantenerse despierto y realizando una actividad que requiera concentración, supone mayor esfuerzo del que durante el día para hacer lo mismo” (Eva Sabater: Trabajo en Turnos de Noche).
En los trabajadores de la salud cada individuo está expuesto a los «estresores» existentes en el centro de trabajo. En el ámbito de la Psicología Industrial se usa el término ‘estresor’ para referirse a algún elemento que exista en el ambiente de trabajo (ver) que pudiera producir estrés. En cambio en el ámbito de la salud laboral se habla de «factores de riesgo» para referirse a aquellos elementos que existen en el ámbito de trabajo y éstos cuando alcanzan cierto nivel producen en el trabajador una tensión; es decir, consecuencias negativas en la salud y productividad. Los términos estresor y factor de riesgo son equivalentes y se refieren a factores causantes de estrés, así reitera Vicente Escriba.


TÉCNICAS O AUXILIARES DE ENFERMERÍA

Técnica, como palabra, proviene del griego; es derivada de tecnología, de la raíz griega «tecno» que significa conjunto de conocimientos sobre ciencias, artes y oficios.
Para Carlos Alberto Seguín deriva de teknike; y agrega: «… ésta, como otras palabras similares, tienen origen en la raíz griega «teko» o «tikto», que significa dar a luz, parir y también engendrar…» (Diccionario Dialéctico).
El o la técnica, entre los trabajadores de la salud, es el «… que conoce muy bien los procedimientos de una ciencia, un arte o un oficio».
Entre los trabajadores de la salud la técnica es una auxiliar de enfermería, una paramédica; también se le llama técnica de enfermería. Los técnicos y las técnicas se caracterizan y diferencian por cuanto, si bien tienen el conocimiento, carecen del fundamento; en sus labores profesionales son subordinados de los médicos y enfermeras.
La auxiliar de enfermería (técnica) adquiere una capacidad profesional que le permite asumir diferentes roles en la organización, de conformidad con las necesidades del entorno, demandas y requerimientos de los sectores de la salud y la diferencia con las enfermeras tituladas es que éstas atienden distintas áreas en lo asistencial, administrativo, educacional, investigación, etc. Las preparan en la universidad, escuela o instituto para el manejo de todas esas áreas.
Las enfermeras estudian cinco (5) años y saben cuál es el fundamento de todo lo que hacen; y supervisan el trabajo. Las técnicas, aparte de que se forman en una institución diferente, los años de estudio (no universitarios), son tres (3).
Las técnicas manejan la profesión en forma mecánica, casi por inercia, con la diferencia, reiteramos, que la enfermera hace lo mismo, pero sabe fundamentar el procedimiento fisiológico, detallando en pocas palabras; lo hace en forma científica. Algunos opinan que las técnicas trabajan más; otros agregan que ellas son la mano derecha y que sin ellas el centro de salud no podría hacer nada. Todos somos necesarios; por ejemplo, en el caso de un accidente de tránsito o del trabajo, «en todo el equipo de salud» es una mano que reanima; si fallase una pieza del equipo, sería el objetivo final el que fallase, no una  persona;  porque  el  trabajador  de la salud generalmente labora en equipo, como lo señalamos más adelante.
La técnica en muchas o en algunas veces hace procedimientos que sólo lo debe hacer una enfermera, aunque no lo establezca ningún reglamento.
Los vocablos auxiliar de enfermería y técnica, son lo mismo. Auxiliar de enfermería se decía antiguamente; no es otra cosa, es decir, son sinónimos.
La auxiliar de enfermería es «aquella persona responsable de prestar al paciente y a su familia cuidados básicos, directos e integrales, que requieren conocimientos y destrezas generales; menos complejos que los de la enfermera titulada; pero que exigen también competencia técnica como aptitudes en materia  de  relaciones  humanas». (Diccionario Técnico Sanitario).
En el centro de salud, que es el centro de trabajo de los médicos, enfermeras y auxiliares diversos, según investigaciones, hay muchos y diferentes tipos de riesgos.
En el Derecho y Legislación laboral comparados no hay: «… en particular una retribución diferenciada entre una enfermera titulada y una técnica en enfermería. Con mucha frecuencia, por ejemplo en la hermana república de México, se encuentra igualdad de remuneraciones como resultado de negociaciones colectivas y políticas de ajuste escalonado que privilegian la antigüedad y no la formación profesional (es consecuencia del acierto de la política sindical de los trabajadores mexicanos que no se encuentra en otros países). Por lo expuesto, es aconsejable que en caso de aparición de un conflicto laboral, entre el personal o trabajadores de la salud, se busque el acuerdo o arreglo porque la división devalúa y hace débil al gremio y a la organización sindical. Además, así se evitaría la gran discriminación de las técnicas (enfermeras de blanco).
José Luis Caballero, especialista del Servicio de Psiquiatría del Hospital Puerta de Hierro, de Madrid, apunta que «… el personal médico como el docente, es especialmente vulnerable a este trastorno de adaptación» (que con amplitud lo tratamos en  el tema: Trabajadores Docentes). Además del juicio del profesional mencionado, «hay especialidades más que otras, como la oncología, que siempre está en contacto con el dolor y la muerte», mencionado por Mayka Sánchez.
El estrés post traumático es un trastorno debilitante que a menudo se presenta después de algún proceso aterrador  por sus circunstancias físicas o emocionales (accidentes de tránsito, robo, violación, desastres naturales, entre otros). La persona que ha sobrevivido al suceso es presa de pensamientos y recuerdos persistentes y aterradores de la experiencia, no obstante las enfermeras son ignoradas u olvidadas, porque ellas se han  olvidado de sí mismas. Razón digna de tener en cuenta es que los trabajadores de la salud son muy poco dialogantes y así todos ignoran sus problemas laborales.
En las mujeres puede provenirles una incontinencia urinaria como consecuencia del estrés.
En España cada día escasean más los médicos españoles, pero no dejan de llegar médicos extranjeros (inmigración de 18 de junio del 2009); y Marruecos que cuenta con una legislación laboral moderna adaptada a los convenios y recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y el 8 de junio del 2004, entró en vigencia el nuevo Código del Trabajo. Sin dejar de tener en cuenta el costo de la mano de obra promueve la inversión extranjera directa, pero la falta de oportunidades laborales en los profesionales origina una fuerte corriente migratoria, tanto de fuerza laboral no calificada como de jóvenes bien preparados, «sobre todo de trabajadores con especialidades sanitarias». (Régimen Laboral y Mano de Obra en Marruecos).
Por el diario contacto el personal de enfermería con personas enfermas a las que debe atender hasta los últimos momentos de su vida, a esto se le llama cuidados paliativos (  ), presenciando continuamente los estertores y convulsiones de la muerte, esto causa en los trabajadores de la salud un impacto no todas las veces superable.
“Ya se acabó el tiempo en que los médicos estaban en su torre de marfil y los pacientes eran simples corderitos que escuchaban y obedecían”, quien nos dice eso es nada menos que el Dr. José María Pajares.
Refirámonos al caso de una médica en Castellbusball (Barcelona, España) que golpeó a una enfermera y fue condenada –previo proceso ante juez competente– al pago de una multa de 1,200 euros.
La razón es que será sancionado todo tipo de violencia contra el personal de salud y de éste contra el paciente. La médica de nuestra referencia no recordó que: «… debe actuar con corrección y respetando la privacidad e intimidad de sus pacientes y personal». La labor de los trabajadores de la salud es un «trabajo en equipo» (   ), como lo analizaremos Infra, cada profesional es corresponsable de la totalidad de las actuaciones del centro de salud y particularmente en lo penal.
Los médicos están, por su profesión, muy cerca de las cosas materiales, aunque deben recordar que: «en la medida en que salven otras vidas estarán salvando la suya», así nos dice el Talmud; pero esto es el resultado de la carga exagerada de trabajo.
El médico, nos dice Mario de La Cueva, ejecuta su trabajo libremente; el médico de hospital tiene que prestar su trabajo de conformidad con las normas  e instrucciones vigentes en el centro de salud, «pero es el hospital el responsable del éxito o fracaso del tratamiento». (Nuevo Derecho Mexicano del Trabajo, pág. 154).


LA INTIMIDAD.- La enfermera tiene la obligación de mantener la intimidad; usar un léxico adecuado, según el sexo del paciente; debe evitar conversaciones con matices eróticos, bromas con tintes denigrantes de sexo y estereotipos hombre-mujer (Patricia Potter: Entornos de Enfermería, pág. 401/402).
A un médico que trabajaba en un hospital de Andalucía (España) se le implicó en un proceso judicial por opinar para un programa de televisión y se le sentenció con suspensión en su trabajo y remuneración. Se sustentó su falta en una cámara oculta.
La Constitución Política del Perú de 1979, en su art. 2° inciso 5, establecía: «Toda persona tiene derecho: al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar…», que más tarde la Constitución del mismo país, de 1993, en su art. 2°, inciso 7 lo reitera. El tema tratado lo tiene presente la Constitución de España de 1978, en el art. 20°, inciso 4, que reconoce el derecho al «… honor, a la intimidad…».


ENFERMEDADES OCUPACIONALES
O PROFESIONALES

«La noción de enfermedades ocupacionales o profesionales se originan en la necesidad de distinguir las enfermedades que afectan al conjunto de la población de aquellas que son el resultado directo del trabajo que realiza una persona». (Francisco Vincenzi Díaz: Enfermedades Profesionales, Respiratorias y de la Piel).
A la enfermedad ocupacional o profesional, en el campo de la medicina se le llama “ocupacional” y en el jurídico “profesional”. Hacemos esta aclaración para evitar errores.
Según la legislación laboral (peruana), se considera  enfermedad ocupacional o profesional a «todo estado patológico crónico que sufre el trabajador y que sobrevenga como consecuencia de la clase de trabajo que desempeña o hubiera desempeñado o del medio de trabajo causada por agentes físicos, químicos o biológicos». Es decir, la enfermedad ocupacional es una consecuencia del ejercicio habitual de una ocupación y que se hace presente a través del tiempo, y eso es lo que marca la diferencia del accidente del trabajo que se presenta en forma súbita e inesperada en un lapso mínimo.
«Las enfermedades ocupacionales son originadas por la combinación de una concentración ambiental superior a los límites permisibles y a un tiempo prolongado de la exposición de los trabajadores», nos dice Eduardo Alvarado Santillán Contreras – Alicia Ávalos Martínez… (Enfermedades Frecuentes en el Personal de Enfermería de los Servicios de Hospitalización…).
Para que a una enfermedad se le considere «enfermedad profesional» es necesario que se encuentre registrada como tal en la lista de enfermedades ocupacionales o profesionales.
Se considera accidente del trabajo a todo acontecimiento trágico, imprevisto, fortuito u ocasional causado por una fuerza externa y extraña que obra en forma súbita, capaz de producir una lesión orgánica o funcional en la persona del trabajador, en ocasión del desempeño de sus labores que inmediata o posteriormente causa invalidez parcial o total; temporal o permanente, o la muerte del siniestrado.
En el Perú se estima que los accidentes del trabajo y enfermedades profesionales sobrepasan los veinte mil al año; haciendo presente que la mayor parte de ellos se producen por falta de cultura jurídica de los funcionarios que deben intervenir. Es decir, en ese país el trabajador –sobre todo manual– está abandonado a su suerte; los medios de comunicación lo publican casi a diario. El Estado se preocupa muy poco no obstante que hay legislación que ampara a los trabajadores en general, pero es tradición que viene desde el coloniaje: «La Ley se acata pero no se cumple». Y se comenta que del número total de trabajadores sólo el 4.5% están amparados por la seguridad social.

TUBERCULOSIS.- Los médicos sufren cáncer profesional e incluso tuberculosis profesional, que se produce, generalmente, por incumplimiento de las normas de bioseguridad. «Es penoso observar que colegas médicos y otros profesionales trabajadores de la salud son contagiados en sus hospitales o centros de salud con TBC, MDR y TBXDR», así nos manifiesta Accinelli R. Noda, J. Bravo E. Galloso, M. López L., Da Silva J. (Enfermedad Tuberculosa entre los Trabajadores de la Salud). La tuberculosis pulmonar representa un alto riesgo profesional para los trabajadores de la salud, sobre todo médicos y enfermeras; y donde, según los estudiosos, la morbilidad es mucho más elevada que para el resto de la población.
Nos dice Arrunátegui G. Taype Rondón A. que: “La tuberculosis es una de las enfermedades infecciosas de mayor morbilidad y mortalidad a nivel mundial” (El Posible Uso de los SMS. Massage Service para reforzar la educación de los pacientes con tuberculosis – Revista Médica Herediana, pág. 267).
“El personal sanitario que se contagia y enferma de  tuberculosis  a  través  de  los  contactos  clínicos –persona a persona, cara a cara”– con los pacientes que atiende”, nos dice Gdman KP (Tuberculosis in Hospital Doctors).
La palabra tuberculosis (TBC) proviene del latín phthisis.
Compromete generalmente a los pulmones, pero puede complicar otros órganos. Como enfermedad profesional u ocupacional se contrae por la inhalación de partículas nocivas que están en el ambiente (pacientes que tosen, estornudan o escupen.
En la Lista de Enfermedades Profesionales  de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revisada en 2010, está registrada como tal. Igualmente figura en la Lista Oficial Española.
En la legislación laboral peruana no se considera a la tuberculosis como enfermedad ocupacional o profesional, como sí lo es en Colombia y Ecuador.
Al personal de salud, por prevención de la tuberculosis, se hace exigente un control riguroso desde el inicio de las labores como tal, durante y al finalizar la relación laboral, mediante exámenes médicos usando tecnología de punta.
Debemos anotar que ahora con los nuevos trabajos y formas, las enfermedades profesionales se encuentran por doquier. Por ejemplo, en el panadero la psoriasis difusa, por lo que está expuesto a polvos de harina durante quince o veinte años hace que padezca de asma bronquial, aún después de catorce años de haber dejado la ocupación. Con fecha 26 de noviembre de 1942 (Lima – Perú), se celebró un convenio colectivo con el Sindicato La Estrella, de trabajadores panaderos en el que se les reconoce a los trabajadores de la panificación que cuando contraigan tuberculosis, al momento de despedirlos, se les abonará el doble del monto por compensación de servicios; pero no podrán volver a trabajar en la industria de panificación (Pacto Colectivo, del 26 de noviembre de 1942, punto 7). En una digitadora en la computadora u ordenador, puede desarrollar una «tendinitis» (inflamación de algún tendón), enfermedades profesionales, que por muchos años han sido  ignoradas  por  no  tener  una  inmediata  sintomatología, es el caso del síndrome del Túnel Carpiano o mal de las lavanderas (ver).

CÁNCER PROFESIONAL.- “…más o menos en un treinta y tres por ciento (33%) de los trabajadores en turnos de noche padecen del estómago o del intestino, con cierta frecuencia de úlceras gastrointestinales y otros trastornos orgánicos producidos por la falta de sueño. El trabajador que tiene un trabajo rotativo o por turnos tiene grandes posibilidades de contraer cáncer al colon” (Ambiente del Trabajo o Laboral). Y lo peor del caso es que cuando se incapacitan para el trabajo, generalmente, no reciben ningún subsidio del Estado o empleador; esto hay que tenerlo presente, porque como lo señalamos más adelante, estas enfermedades están asociadas con exposiciones ocupacionales, como lo afirma María Antonieta Klarian que en el tratamiento de un cáncer de pulmón o de colon no lo relacionan con el trabajo de la persona en circunstancias en que pueden estar frente a una enfermedad ocupacional y la tratan como una enfermedad común.
El cáncer profesional lo padecen los trabajadores expuestos a la radiación ultravioleta o aquellos profesionales expuestos a los rayos X; tradicionalmente se trata de profesionales médicos: radiólogos, traumatólogos.
Entre los cánceres habidos, el 80% son resultantes debido a exposiciones o factores exógenos o medios ambientales como puede ser el asbesto o el tabaco.
Tengamos en cuenta lo que afirma María Antonieta Klarian, enfermera jefe de la Asociación Chilena de Seguridad: «Tendemos a entender la patología como un cáncer de colon o un cáncer de pulmón y no lo relacionamos con el trabajo de la persona en circunstancias que podemos estar frente a una enfermedad ocupacional y la tratamos como una enfermedad común», como el caso del tétano (  ) en las enfermeras y técnicas, por el pinchazo inesperado con agujas hipodérmicas, y también en el caso de los jardineros.
Y en forma graciosa agrega: «… deben haber muchas enfermeras con casco junto a los trabajadores».
También sufren micosis por el medio en que laboran, un ambiente con virus, bacterias; de igual manera sufren infartos al miocardio por el estrés quirúrgico y que algunas veces les sobreviene en el quirófano en plena operación quirúrgica. En estos casos, lo único que defiende y salva a los cirujanos es la adrenalina; pero, una vez que terminan y se sientan a descansar, se hace presente la fatiga por la exageración de la jornada que, como hemos visto, es razón para que aparezca el síndrome de burnout. En muchos casos, que no sólo es en tal o cual país, sino un proceder internacional, una operación quirúrgica demora hasta dieciocho y más horas, y generalmente constituye un trabajo en negro.

ABORTOS

Y tratándose del personal femenino que interviene en operaciones quirúrgicas y labores con riesgos químicos, se ha demostrado que existe relación entre las exposiciones a gases anestésicos con el incremento de abortos espontáneos sin causa aparente en el primer trimestre de gestación en las mujeres expuestas antes y durante el embarazo; así como manifestaciones hepáticas y neurológicas (exposición al  óxido de etileno).
Al medio ambiente, que tiene el personal femenino, en el quirófano que por su género hay singulares repercusiones, generalmente en los estados de gestación, abortos y malformaciones a consecuencia de los anestésicos.
Entre los trabajadores de la salud hay una gran cantidad de mujeres; médicas, enfermeras, técnicas y otras que laboran en las salas y están expuestas a muchísimos riesgos; sobre todo en los procesos de gestación durante los primeros tres meses.
El trabajador de la salud, generalmente, trabaja en un ambiente altamente tóxico. Cada año aparecen nuevas sustancias químicas que si no se manipulan correctamente son factores de riesgo.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que «más de trescientos mil casos anuales de cáncer se deben a esas sustancias peligrosas». Y agrega que los accidentes del trabajo no se producen, sino que son causados, generalmente, por negligencia de los empleadores poco escrupulosos que se muestran reacios a destinar recursos para la seguridad social.
Es conocido hasta la saciedad que los daños que se causen, en este caso, «es responsabilidad compartida, individual e institucional, la tarea de mejorar las condiciones de trabajo del personal sanitario para realizar la labor clínica a un nivel óptimo de calidad y eficacia».
Referente a la salud existe la Higiene del Trabajo donde se recomienda la adopción de algunas medidas sanitarias para la preservación de la salud en el ambiente de trabajo beneficiando la salud  individual y colectiva, invirtiendo en la salud del trabajador, lo que traería un retorno para la empresa.
Se considera que en el mundo la cuarta parte de los accidentes del trabajo (25%) se producen en el sector salud y recalcamos que estos acontecen por falta de previsión más que por la pobreza, que muy al contrario sirven para aumentarla. Se comenta que: «… el número de accidentes del trabajo y enfermedades relacionadas con el trabajo ascienden a más de dos millones de vidas y parece que todo está relacionado a la rápida industrialización» (abril, 2008). Lo más frecuente es el cáncer profesional por la exposición a sustancias nocivas; enfermedades respiratorias, pérdida de audición, enfermedades circulatorias, y por causa del amianto, no obstante que se ha prohibido su uso, que cobra más de cien mil vidas al año.
Nos dice Yuri Carbajal Bañados, que frente a una sospecha, se debe considerar ocupacional toda asma que se inicia en la edad adulta. (Apuntes Técnicos sobre Enfermedades Profesionales, pág. 20). De igual manera comenta que en los trabajadores del campo se presentan mayor cifra de Linfoma Hodogkin que en la población común, posiblemente asociada al uso de pesticidas.


FALTA DE TIEMPO

Recalcamos que los trabajadores de la salud, generalmente, laboran en un centro contaminado con virus, bacterias, hongos, que les producen micosis; en un ambiente agotador y como si eso fuera poco, en ciertas áreas (consulta externa) les obligan a los médicos atender seis pacientes por hora; es decir, diez minutos por cada uno, que –según expresión de los mismos médicos– es muy poco tiempo. Pero no se tiene en cuenta la opinión profesional. Además, esta presión los puede conducir a errores, por fatiga. Por eso a los trabajadores de la salud debemos cuidarlos, que estén sanos y no fatigados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que el médico consultado debe disponer de quince (15) minutos para cada paciente; en una hora atenderá a cuatro (4) y en la jornada de cuatro horas atenderá a dieciséis (16); esta es una norma internacional.
En la relación médico-paciente el enemigo más grande es la falta de tiempo”, dice el Dr. José maría Pajares.
Señala Claudio Alvarado que: «… actualmente asistimos a un período en el que el trabajo mecanizado está siendo gradualmente  reemplazado por la automatización (es decir la mecánica está siendo desplazada por la tecnología) de las faenas productivas (líneas de montaje, crecimiento de la informática, empleo de robots)». Esto ha traído un nuevo riesgo más sofisticado que desemboca en una tendencia a la sobrecarga mental (estrés laboral) y afecciones ergonómicas.
La várice afecta mucho a los que forman parte del mundo laboral. Antes se creía que sólo la padecían las mujeres, lo que no es cierto. Claro que en ellas es más frecuente. El número de afectados del género masculino alcanza el 35% del total.
La várice viene afectando a los trabajadores que generalmente permanecen mucho tiempo de pie, digamos seis o más horas en una jornada; inclusive médicos cirujanos, odontólogos, docentes y peluqueros, entre los que se incluyen a los trabajadores que realizan viajes largos. El riesgo aumenta si el trabajador está expuesto a temperaturas altas en su centro de trabajo, como cocineros, panaderos y trabajadores en los hornos de fundición.
Científicos del Instituto REFA de Ergonomía en Ludwigshaffen, Alemania, en estudios realizados se sorprendieron al descubrir que las «peluqueras», es decir, miembros de un mismo gremio, pero del género femenino, no padecían de la misma enfermedad del trabajo: las várices.
Desde muchos años se pensó que las várices (de los peluqueros) provenían de estar mucho tiempo de pie; pero parece que no es así. «El peluquero (varón) se ve obligado a trabajar en una posición mala para su cuerpo, pues su tronco se encuentra ubicado hacia delante. Entonces el peso se encuentra ubicado  en los muslos y esa circunstancia,  en  muchos  casos,  puede  ser  la  causa de las várices».
Del estudio de los instrumentos que emplean los peluqueros se llegó a la conclusión que el daño procede del mal uso de las tijeras; por lo que las nuevas se construyen con un ángulo de 30° respecto a los ojos de las susodichas tijeras. Y se espera que así se evite el padecimiento de las várices.
Los galenos en general y los cirujanos en especial son «siempre sometidos a una labor a menudo penosa; preocupados por tareas siempre urgentes […] pagan un pesado tributo a la enfermedad: se conoce, por ejemplo, el infarto al miocardio entre los médicos». (C. Simonín: Medicina del Trabajo, Patología en el Medio Hospitalario. S. Mel L., págs. 666/667).
En cuanto si el síncope se ha producido a consecuencia del trabajo, se dice que: «…el síncope se ha producido súbitamente y en conexión inmediata con un gran esfuerzo, se está ante un accidente del trabajo». (Guillermo Cabanellas: Compendio de Derecho Laboral, T. II, pág. 620).
Entre las médicas, enfermeras y técnicas, ocurren los accidentes en los pasadizos, sobre todo por la forma indebida de los carritos. En la conducción de objetos muy sépticos se producen accidentes del trabajo; también se ocasionan por proyección de líquidos sépticos, gotas de vacunas antivariólicas en los ojos por propulsión al momento de romper la ampolla y manipulación de las agujas hipodérmicas tal como lo hemos anotado el tétano, por no estar vacunado el personal, existiendo un altísimo riesgo. Todo el transcurso de la jornada laboral en los trabajadores de la salud es calificable de alto riesgo. Increíblemente lo es el inocente cambio de pañales a los niños en los hospitales y guarderías efectuados por las técnicas; el contacto con la sangre y fluidos humanos infectados.
Se recomienda que el piso en las salas de operaciones sea conductor de la electricidad y usar zapatos con suelas de cuero u otras materias conductoras.


ACCIDENTES DEL TRABAJO, ENFERMEDADES
PROFESIONALES Y DEL TRABAJO
EN LAS TÉCNICAS

En líneas generales las técnicas pueden sufrir o ser víctimas de las mismas contingencias que las enfermeras tituladas, porque corren los mismos riesgos, comparten las mismas áreas del centro de salud; aunque no son de la misma modalidad las unas y las otras por la forma y modo de desempeño de la profesión; y si alguna diferencia encontramos en los accidente es por su género.

Jornadas prolongadas y mal remuneradas.- La mayor parte de los accidentes del trabajo se producen en los trabajadores (manuales) de la salud, por diversos motivos, ejemplo, las jornadas muy largas (inhumanas), especialmente las nocturnas (donde hay cierta incompatibilidad doctrinaria), trabajo en días feriados y otros en los que se necesita el recogimiento familiar; situación poco estimulante para optar por el estudio de las carreras relacionadas; además, la deficiente remuneración. Las jornadas de trabajo muy largas, las guardias, en los trabajadores de la salud, técnicos laboristas, tecnólogos hacen que los trabajadores sientan o sufran dolencias (hombres y mujeres) con mayor frecuencia; además que como consecuencia puede aparecer el burnout.
Se ha llegado, por estudios psicológicos, a la conclusión que el trabajador insatisfecho tiene más probabilidades de sufrir accidentes en su trabajo habitual; y se dice que los problemas orgánicos que sufre el personal de enfermería (titulados y técnicos) «podrían» estar asociados a la deficiencia de las instalaciones, manipulaciones manuales de carga y movilización de pacientes; es decir, el hecho de tener que levantar a pacientes, constituye un gran riesgo para el personal de salud en quienes se presenta un porcentaje relativamente alto de dorsalgias, síntomas neurológicos y algias de esfuerzo, aunque algunos creen que el mayor número de accidentes del trabajo en los trabajadores de la salud se debe a que la mayoría son mujeres. Machado A. A. afirma que: «… la categoría que más se accidenta entre los profesionales de la salud son los trabajadores de enfermería, siendo la mayoría mujeres». (Riesgos de Infecciones por  Virus,  Inmunodeficiencia  Humana  en  los Profesionales de la Salud); pero, agrega, que a veces se debe al mismo profesional que no usa los aparatos de protección o al poco dominio en el manejo, verbigracia, de los guantes.
Los guantes.- El uso de los guantes, particularmente en un centro de salud, es de carácter obligatorio. Y el dador de trabajo tiene la obligación de enseñar al trabajador su uso correcto. Los guantes son una barrera contra los microbios, y a quien los usa ayudan a mantener las manos limpias y disminuye la posibilidad de contraer alguna enfermedad o evitar la ocurrencia de algún accidente del trabajo en sus labores habituales.
Según normas legales de  carácter internacional se deben usar guantes cada vez que se vaya a trabajar donde haya contacto con  sangre, líquidos y/o tejidos corporales, membranas, mucosa o piel lesionada; incluso cuando se trabaje con un paciente que tenga la apariencia de saludable. Los guantes constituyen lo que se llama Equipos de Protección Personal (EPP), igual que las botas, mascarillas, prendas para cubrir la cabeza y los zapatos.
Al personal de salud se le debe enseñar la forma de usar tales equipos de protección y a estar disponibles en cualquier rato (centro de  salud), explicarles que para su bien son de uso obligatorio en forma correcta. Jurídicamente, la responsabilidad recae en el empleador o persona que lo reemplaza y está a cargo del centro de salud.
En los centros de salud incluso a los trabajadores de limpieza, recalcamos, les es obligatorio usar guantes estériles o quirúrgicos. El uso se determina por el número de talla.
Al trabajador de la salud hay que enseñarle, porque es obligatorio que  sepa sacárselos, y, aún sabiendo sacárselos con sumo cuidado y después de su uso colocarlos en un recipiente dispuesto para tal fin.
Luego de sacarse los guantes (antes de trabajar con otro paciente) debe lavarse bien las manos usando los productos para la correcta limpieza. La finalidad  es no transmitir microbios.


CONTINUANDO CON LAS TÉCNICAS…

Está comprobado que la técnica («enfermera de blanco») es víctima de la exposición al trato directo con los pacientes que sufren diferentes enfermedades, adultos mayores, incapacitados que tienen que hacerles la limpieza diaria hasta en las zonas perineal y púbica, tanto a hombres como a mujeres enfermos; cambio de pañales a los bebés y niños enfermos; maniobrar con «chatas» y «violines» (papagayos). Las enfermeras tituladas en algunos casos intervienen.
Se ha confirmado que los adelantos de la tecnología ha incrementado el número de accidentes del trabajo y de esto son responsables tanto el sector privado como el público; el privado por la utilización de la fuerza de trabajo y consecuentemente debe responsabilizarse ante las víctimas y la sociedad, y, además, porque debe tener una  política organizacional que suministre al trabajador «cultura, técnica de salud y seguridad»; y, el sector público por no tener una eficiente política de prevención y evitar accidentes mecánicos, con material biológico, enfermedades ocupacionales a lo que están expuestos.
Como lo hemos dicho supra, la mayoría de los accidentados son auxiliares de enfermería. Autores, como Gabín, dicen que esto está relacionado con la fatiga y el estrés –cansancio y tensión emocional–. (Gabín C. A. S., Gabín A. J. I. Perfildos Accidentes de Trabalho relacionados…), sus causas: objetos punzo cortantes y la caída del trabajador. La localización de la lesión generalmente es en las manos, y las víctimas los mal llamados «contratados» (ver) por desconocimiento de la doctrina laboral y los menos accidentados son los galenos, dentistas y sus auxiliares, casi siempre los accidentes del trabajo –en todos los niveles como categorías y géneros– se producen después de las tres (3) horas de labor continua.
La mayoría de las legislaciones de los trabajadores de la salud son insuficientes, sobre todo para las enfermeras (tituladas) y técnicas de reciente ingreso al trabajo.
En algunos casos los ambientes de trabajo, aún en las capitales, son degradantes y deprimentes; el centro de trabajo es sucio, horroroso; edificaciones deficientes y ruinosas, inseguras y faltas de confort, con ausencia de baños y vestuarios; donde se ve la violencia en sus diversas formas y modalidades; y, en muchos casos,  como lo publican los medios de comunicación: carentes de profesionales que deben organizar, dirigir y prescribir; sólo se encuentra a la humilde «enfermera de blanco»: una técnica (2010).
Recalcamos que conforme mejora o avanza la tecnología se produce mayor número de accidentes del trabajo y enfermedades ocupacionales o profesionales. Los siniestros producidos por la tecnología y adelantos de la ciencia no sólo hacen daño al siniestrado sino a la colectividad o comunidad. Todo eso se puede evitar con prevención, educación y seguridad.
El  no  prestar atención a las condiciones de trabajo de la mano de obra constituye actos de violencia. Y la violencia es un acto contra el ejercicio de la dignidad y la integración  moral  de  la  persona,  nos  dice G. Wilhelm Leibniz.
En los casos de enfermedades psicológicas es difícil establecer si su causa es una consecuencia del ejercicio de su profesión. De igual manera el estrés, que generalmente es producido por la precipitación en sus labores; y la acumulación desordenada de tareas por las circunstancias políticas en las que se le obliga a vivir.


NUEVAS CONCEPCIONES

El trabajo mecanizado está siendo gradualmente reemplazado por la automatización de las faenas productivas. «Como consecuencia se presenta una sobrecarga mental (estrés laboral)  y  la  aparición  de  afecciones  ergonómicas. (Claudio Álvarez).
Las precarias condiciones de trabajo son muchas veces las causas principales de las enfermedades, en especial la vivienda deficiente en los lugares alejados y aún en las grandes ciudades.
En la parte correspondiente a trabajadores de la salud dimos sendas definiciones; pero los conceptos, desde el siglo XIX, han ido evolucionando. Cada definición se refiere a un lugar y a un presente; mas, éste corre y deja de ser. Todo cambia, nada es absoluto.
La diferencia del acontecimiento y causa del accidente del trabajo y la enfermedad profesional es la «inmediatez», visto como lapso, como hora o momento de su presentación y no como Principio Procesal.
En la Legislación de Brasil, «… accidente del trabajo es todo acontecimiento causal e imprevisto que provoca daño en forma de lesión corporal, enfermedad profesional o perturbación funcional del trabajador por el ejercicio de su función en la empresa; dentro o fuera del local y horario de trabajo, afectando total o parcialmente de forma permanente o transitoria su capacidad laboral o causándole la muerte». (Pinto José Augusto Rodríguez  y Pamplona Filho Rodolfo: Repertorio y Conceptos Morales).
Según Ley N° 13 de 1977 de Protección e Higiene del Trabajo de Cuba, accidente del trabajo «es un hecho repentino relacionado causalmente con la actividad laboral, que produce lesiones al trabajador o su muerte». Esta ley entró en vigencia el 1 de enero de 1980. Ampara a los trabajadores siniestrados en accidentes que se producen al trasladarse el trabajador directamente de su domicilio al lugar de trabajo y de éste a aquel…».
Estas definiciones de accidente del trabajo señalan como característica que obedecen a una «causal» e «imprevisto» y que puede presentarse dentro o fuera del local o centro de trabajo y aún fuera del horario. Los conceptos evolucionan, cambian desde el siglo XIX, conforme ha ido cambiando la industria, el comercio, evolucionando la medicina. Cada definición se refiere a un presente; el pasado, en muchos aspectos ha dejado de ser lo que fue; todo está muy variado, a cada instante se presenta una problemática distinta. Las relaciones económicas y laborales son, pero muy rápidamente dejan de ser, por los cambios que la globalización nos trae, la tecnología y comunicaciones. La globalización ha creado en las personas cambios sin precedentes en sus vidas, sus familiares y en la sociedad donde vive.
En las nuevas definiciones ya no se exige que el acontecimiento causal del accidente sea obligatoriamente en el centro del trabajo; puede ser fuera si la labor se realiza fuera del local por servicios sociales, o en el camino más directo de ida o venida del domicilio del trabajador a su centro de trabajo; lo que el eminente juslaboralista peruano José Montenegro Baca llamó accidente del trabajo «in itinere» (Jornada  de Trabajo  y  Descansos Remunerados, T. I, pág. 22, 1955).
  Al inicio de este capítulo hemos dicho que algunos autores no están de acuerdo que las mujeres hagan vida común con su carga e hijos, cuando tengan trabajos remunerados, sobre todo en las épocas de crisis económicas. Y al tratar de los trabajadores de la salud, en la parte correspondiente a enfermedades profesionales, hemos tratado de la depresión (  ). La razón es que en las actuales circunstancias (2010) y épocas se habla del «síndrome de la crisis», asociado a la depresión.

                            MEDICINA DEL TRABAJO
                            O SALUD OCUPACIONAL

El trabajador de la salud tiene como supremo objetivo el de procurar la recuperación de todo aquel que tenga un malestar, una dolencia orgánica o psíquica así como promover el autocuidado para el mantenimiento de la salud, en cualquier parte donde pueda encontrarse.
El médico del trabajo.- Es un trabajador subordinado de acuerdo y cómo lo establece el Derecho del Trabajo; es un trabajador intelectual, lo que doctrinariamente antes se le llamaba «empleado», circunscripto en su actividad profesional y responsabilidad en lo que se refiere a la salud de los trabajadores en lo que incumbe a los accidentes del trabajo, enfermedades profesionales (ocupacionales) y enfermedades resultantes del trabajo. En cuanto a lo que deriva de la relación con la empresa empleadora o su dador de trabajo hay que diferenciar al médico en sus deberes como galeno, dentro y fuera del centro de trabajo, y su responsabilidad profesional jurídicamente hablando.
La medicina del trabajo, es un concepto que engloba a varias disciplinas y profesiones ligadas a la promoción de la salud de los trabajadores (Mazzelli: Odontología del Trabajo); tiene como función no apartar del trabajo las deficiencias físicas sino emplearlas en lo mejor de las posibilidades de cada trabajador.
Nos dice Simonín: «… la Medicina del Trabajo, cuya labor, eminentemente preventiva, difícilmente es comprendida por los trabajadores […] mucho depende de que el profesional pueda ganarse la confianza de los trabajadores a través de algunos consejos terapéuticos». (Medicina del Trabajo, T. II, pág. 141).
“Para la medicina del Trabajo, el objeto de su estudio es la enfermedad; es decir, no es el hombre, ni siquiera el paciente enfermo, sino el concepto se vuelve ontológico, la enfermedad como esencia se constituye en torno a la enfermedad y con definiciones que excluyen propiamente al enfermo”.
Algunas veces el médico especialista en medicina del trabajo u ocupacional trabaja para empresas a tiempo parcial o a tiempo completo. Si trabajase a tiempo parcial debe tener conocimiento más amplio que uno común y corriente de los problemas que plantea el medio de trabajo, en particular de los propios de la rama de actividad industrial que sirve; y, si fuese a tiempo completo deberá ser un especialista, tener pleno conocimiento de los problemas resultantes de la higiene y salud de los trabajadores, contar con conocimientos y experiencias para resolver los problemas urgentes y consecuentes de los accidentes del trabajo y cómo prevenir y tratar las enfermedades del trabajo y las profesionales.
El médico de la empresa en todos los casos, debe comprender que la «medicina del Trabajo no se limita solamente al diagnóstico y tratamiento  urgente de los traumatismos. Es primordial prevenirlos. Por esa razón deberá vigilar muy de cerca las condiciones de trabajo a fin de evitar a los trabajadores  toda causa de fatiga y nerviosismo superfluo; se dará una importancia primordial a la iluminación que debe adaptarse muy bien al género de trabajo…», quien así nos aconseja es el profesor Jean Nordmann. (Patología Profesional…).
La iluminación, haciéndoles saber a los trabajadores ocupantes del recinto, pidiéndoles su opinión sobre los niveles de iluminación –indirectamente influye sobre la producción– porque esto causaría un efecto motivador el saber que  están siendo elementos de estudio. Esto es lo que en medicina, sobre todo del trabajo, se nomina efecto placebo (que más adelante lo tratamos.
El médico de  empresa guarda con el trabajador la misma relación médico-paciente, de modo que la confidencialidad debe respetarse, salvo en aquellos casos que coloquen al trabajador en la situación de riesgo para él y para sus compañeros de trabajo.
El médico de empresa debe poseer conocimientos varios que basten para justificar su especialización.
«La práctica de la medicina asistencial es muy distinta a las exigencias profesionales indispensables para que los servicios médicos de empresa sean eficientes y útiles». Debe tener conocimientos especiales de Medicina del Trabajo. Y su éxito depende de cualidades propias, «su creencia en su misión, que tiene por corolario su ardor en el trabajo, abnegación y comprensión, tacto y cortesía,  bondad  (siembra  el  amor  y  abre  los corazones), autoridad que confiere la competencia profesional y las cualidades morales, sentido social y psicológico, búsqueda del contacto humano». (C. Simonín: Medicina del Trabajo, T. II, pág. 140).
El médico especialista en salud ocupacional no es un empresario, ni pertenece por su especialidad a la clase empresarial; así como él otros trabajadores de la salud de la misma especialidad; es un trabajador subordinado más, que debe velar (cuidar solícitamente de algo) de los miembros de la mano de obra del ambiente de trabajo, sobre todo ahora que tenemos una carretera transoceánica América del Sur Perú - Brasil, influencia de la jornada de trabajo como causa del absentismo, fatiga, psiconeurosis. El clarinazo de alarma ya se ha recibido en el mundo laboral de Japón con la presencia del karoshi resultante de la fatiga en los trabajadores, causada generalmente por las jornadas excesivas. De igual manera debe indagar en las enfermedades que puedan estar influenciadas por la ocupación, sobre todo aquellas que se caracterizan por tener una etiología multicausal (etiología es el estudio de las causas de las enfermedades) y sus manifestaciones se confunden con las enfermedades comunes.
El profesor doctor P. Fritsch nos alerta diciéndonos: «… el médico de la mano de obra debe conocer a fondo las posibilidades locales del mercado de trabajo, tener noticias completas sobre los oficios, los  puestos de trabajo de las distintas industrias regionales. (Profesión Médica de la Mano de Obra).
Aquí lo que conviene es que el médico, en vez de esperar en el hospital a los trabajadores, vaya a las fábricas, a los mismos centros de labor y allí viva con los trabajadores las condiciones, ambientes y peligros que a diario tiene que afrontar el trabajador, según Carlos Valencia Callirgos. (El Peruano – Viernes 20 de mayo de 1998 – Sección Economía).
Es decir, este distinguido autor peruano coincide con el maestro C. Simonín, porque lo que se busca es que: «… el profesional pueda ganarse la confianza de los trabajadores a través de algunos consejos terapéuticos».
Creemos que Carlos Valencia Callirgos tiene muchísima razón. Partamos de lo siguiente: generalmente los trabajadores, en especial manuales,  siempre viven y han vivido en un estado de abandono, especialmente los asalariados del campo, los mineros, pescadores y otros; pero si fuesen acompañados por trabajadores de la salud: médicos, personal de enfermería especializados en salud ocupacional ante la presencia de estos profesionales se les  crearía un efecto psicológico que probaría una respuesta del sistema inmunitario y de hecho se presentaría el “efecto placebo”.
Francisco González R. (especialista en salud ocupacional – Estado Aragua, Venezuela) nos dice que: «… es necesario señalar que en muchas de las patologías no se identifica su relación con el trabajo por lo inespecífico de los síntomas y por la muy poca formación del personal médico en el campo de la medicina ocupacional». (Enfermedades Ocupacionales). Y Margarita Ibarra aconseja a los trabajadores de la salud, que cuando atiendan a un niño pregunten en qué trabaja su madre. De igual manera cada vez que una mujer llegue al consultorio para tratar sobre los retardos en el desarrollo psicosocial de un niño se debe empezar con relacionar el estrés de la madre con el trabajo que habitualmente desarrolla. Y el Padre de la Medicina del Trabajo, Bernardino Ramazzini (1633-1714), recomendó a los médicos que siempre pregunten a sus pacientes en qué trabajan… Hoy en día se está incorporando a la anamnesis (conjunto de datos clínicos relevantes y otros del historial de un paciente) esta pregunta: ¿Cuál es su ocupación?
Para los médicos son muy importantes porque muchas de las enfermedades de sus pacientes tienen su origen en el acoso psicológico; además entre los trabajadores de la salud, el profesional se dedica a ayudar a otros y hace de la relación con sus compañeros de trabajo algo menos importante.
Muchas de las enfermedades denominadas comunes son consecuencia del trabajo habitual del paciente; por ejemplo los dolores de cabeza, a veces es el resultado de haber trabajado en un ambiente poco ventilado o escaso de luz, la vista cansada, fatiga muscular y otras que pueden producir una depresión, reducen las expectativas de vida.
Nos dice G. Frada que: «el aparato digestivo ejerce una influencia y capacidad del trabajo del organismo y sus enfermedades, agudas o crónicas, son algunas de las causas más frecuentes de ausentismo y discapacidad. En este contexto puede solicitarse al médico del trabajo para que haga sugerencias relativas a las necesidades de higiene y nutrición específicas de una profesión dada». (Aparato Digestivo).
El mismo estudioso dice que muchos de los factores perjudiciales para el aparato digestivo pueden tener origen profesional, y reseña «algunos factores  laborales importantes, como cambios frecuentes de ritmo de trabajo, el trabajo por turnos, el trabajo nocturno y los malos hábitos alimenticios». También comenta que «… los trabajadores de los mataderos pueden correr el riesgo de contraer una infección por Helicobacter», a menudo asintomática.

NOTA.- Helicobacter pylori es una bacteria que infecta la mucosa del epitelio estomacal humano… los sujetos infectados nunca llegan a desarrollar ningún tipo de síntoma. Esta bacteria vive exclusivamente en el estómago humano, siendo el único organismo con vida que puede subsistir en un ambiente tan extremadamente ácido.
Lo que comentó Carlos Valencia Callirgos, médico especializado y bastante experimentado en medicina del  Trabajo, años después lo recogió el Convenio Internacional de la OIT (Convenio 188) que trata sobre ambiente, actividad y centro de trabajo de los trabajadores pesqueros que faenan en buques que su eslora supera los 24 metros lineales. La razón es que “los pescadores… tienen problemas particulares de salud, tales como afecciones de la piel y enfermedades respiratorias y sufren los efectos del ruido y las vibraciones. La forunculosis asociada al contacto con el agua salada y los efectos alérgicos de la manipulación del pescado y la forma marina que también le son habituales. Bastante sabido es que los buques pesqueros deben llevar a bordo equipo médico y cuando menos un hombre, que puede ser uno de los pescadores, con conocimientos de primeros auxilios; y que las grandes embarcaciones que tengan una tripulación de cien (100) o más hombres, que sus viajes se proyecten con una duración  de más de tres (3) días y especialmente su trayecto sea internacional deben llevar un médico, que en estos casos debe ser especializado en medicina ocupacional o del Trabajo (Visualización bilingüe-EVR-Lex).

La Organización Mundial de la Salud (OMS), desde su creación (07 de abril de 1948), expresó su preocupación por la salud de los trabajadores al recomendar, en la Primera Sesión de la Asamblea Mundial de Salud, el establecimiento del Comité Mixto sobre Medicina del Trabajo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este comité, que es el encargado de actuar como un organismo asesor para la coordinación de actividades, elaboró en 1950 la definición de salud ocupacional, en la que se señala la importancia y prioridad de la prevención, así como la necesidad de adaptar el trabajo al hombre y las tareas al trabajador (Informe de la Primera Sesión – 28 de agosto al 2 de septiembre, Ginebra, 1950).
Por todas las razones expuestas hay grandes empresas que requieren de los servicios de los trabajadores de la salud –médicos y enfermeras– especializados y otras empresas que ofrecen sus servicios.
Debe ser preocupación del ministerio correspondiente contar con enfermeras especializadas en Enfermería del Trabajo, como existen en algunos países tal el caso de España. Y, respecto a los trabajadores de la salud en general y los médicos y enfermeras en especial, tienen la obligación de informar, en casos de sospecha de un abuso o abandono infantil; su incumplimiento constituye una falta muy grave; pero, además, penalmente pueden ser implicados en el proceso.
También hemos dicho que la finalidad de la profesión de los trabajadores de la salud es ofrecer: «mejor calidad de vida». Asimismo recalcamos lo que comenta María Antonieta Klarian, que deben haber muchas enfermeras con casco junto a los trabajadores». Y más tarde agregó: «… nosotras las enfermeras tenemos un rol muy importante que cumplir dentro de las pesquisas de las enfermedades profesionales, controlando a los trabajadores que están expuestos a un riesgo químico, físico o biológico…». Con esto nos está diciendo que se necesitan tanto como las enfermeras clínicas, enfermeras especializadas en salud ocupacional o profesional «… para trabajar en la promoción y prevención de enfermedades profesionales y accidentes del trabajo, mortalidad, ausentismo, envejecimiento prematuro, etc. No sólo es el resultado de la acción de las condiciones inmediatas del trabajo, sino de las formas de organización, contenido y control del trabajo (tiempo y ritmos de producción, jornada de trabajo, rotación, nuevas tecnologías, etc.), al igual que debe entenderse que existe una íntima relación entre condiciones de trabajo con el modo de producción y con la estructura social, económica y política de la sociedad que determina las condiciones de vida del trabajador». A esto habría que agregar: «los bajos salarios que como consecuencia dan una mala alimentación y carencia de vivienda adecuada, bajo nivel de escolaridad… son la muestra que el peso de la crisis de la sociedad capitalista la llevan sobre los hombros los sujetos que participan en la transformación de las materias primas para la creación de los bienes y la riqueza de la sociedad» (Francisco González R, especialista en salud ocupacional - Estado Aragua, Venezuela - La Salud de los Trabajadores en Venezuela), cuando se dio la Declaración de Barcelona, en  el evento desarrollado entre el 23 y el 27 de septiembre del 2001, que en su punto octavo establece: «toda   mujer tiene derecho a una retribución adecuada durante el embarazo». Y agrega el autor mencionado: «… hasta ahora el empresario no se siente comprometido en invertir en salud, por cuanto el Estado asume la responsabilidad en casos de incapacidad y muerte de trabajadores, además de la apatía sindical».
«En marzo del 2003 la Organización Mundial de la Salud avisó que una enfermedad nueva, no identificada y parecida a la gripe, podía propagarse entre los trabajadores. Hoy se conoce esa afección como Síndrome Respiratorio Agudo Severo o SRAS. La primera enfermedad profesional mundial del milenio». El 21% de los afectados con el mencionado síndrome fueron trabajadores sanitarios, aunque en Canadá y Singapur fueron el 40% (Gohnet N° 8 – Evelyn Kostum Editora – ochomail@whoint121-ginebra, pág. 2). Como prevención hay que dotar al personal de guantes, botas, protección ocular y mascarillas tipo N° 95, una correcta higiene personal y una autovigilancia de la aparición de síntomas y trabajar en locales bastante ventilados, que hemos tratado supra.
La epidemia del SRAS demostró que entre el personal sanitario  se producen enfermedades profesionales nuevas. «Si no se olvida la experiencia pasada es una guía para el futuro». (Proverbio). 
«En Canadá, por ejemplo, las enfermeras están entre las profesionales con mayor número de bajas por enfermedad, principalmente debido al estrés laboral, burnout y lesiones músculo-esqueléticas [...] los trabajadores sanitarios además son vulnerables por accidentes y expuestos a enfermedades infecciosas. Uno de los principales riesgos de infección son las lesiones o heridas ocasionales a la hora de manipular material peligroso, como jeringuillas y desechos biomédicos».
En el caso de las enfermedades, comenta Lucía Domínguez, José Anile y Juan Mijana, que es frecuente observar que la profesional, por el hecho de haber ascendido rápidamente por capacidad o méritos y es bastante apreciada y querida por los pacientes y sus familiares; lo que les granjea la enemistad de sus compañeras e incluso de sus jefas. Y la conclusión  es ser víctima del acoso psicológico  o mobbing.


                   Trabajadores de la salud:
                            trabajo en equipo

Los trabajadores de la salud, aunque no en todas las ocasiones, realizan un trabajo en equipo; no porque sea un grupo estructurado para trabajar en esa forma, sino que por la labor a realizarse requiere, algunas veces, un conjunto de diversos especialistas, que pueden actuar, aparentemente, en forma independiente y a veces en forma sucesiva.
El equipo lo conforman los médicos, enfermera o enfermeras y técnicos auxiliares que ocasionalmente se juntan para prestar un servicio y el equipo sobrevive mientras esté prestando la función y compromiso que le dio origen.
Para que la labor o intervención de los trabajadores de la salud realicen un trabajo en equipo debe haber indispensablemente un elemento, sine qua non, que es que cada uno de los miembros constituyentes dé un consentimiento y consecuentemente acepten su responsabilidad individual en lo que fuese de ley y jurisprudencia (Ricardo Luis Lorenzetti, La Empresa Médica, págs. 269/273). Además, la labor de los trabajadores de la salud, en el caso de una operación quirúrgica no podría comenzar ni terminar sin la cooperación de todos en forma coordinada aunque no exista unidad o modalidad contractual.
Una característica de esta modalidad de trabajo en los trabajadores de la salud es que no se controla el tiempo o duración de la jornada, porque al paciente no se le puede abandonar, pero si se tiene en cuenta, además de las remuneraciones, para los efectos del cómputo de la jornada semanal o mensual, aún diaria, además para proteger al personal de la fatiga y el estrés crónico. El equipo, en los trabajadores de la salud, no es persona jurídica; el contrato es con un sujeto expresamente, y con los demás miembros es tácito. Recalcamos que en las labores de los trabajadores de la salud existe un «trabajo en equipo»; pero no un contrato en equipo, que es algo diferente.
En el trabajo en equipo existe una finalidad común en el caso de los trabajadores de la salud: buscar o recuperar la salud del paciente, con determinación de lo que corresponde hacer a cada trabajador o profesional; además, la ejecución de la obra se hace en forma determinada y el trabajo no puede realizarse sin la intervención de los demás.


EFECTO PLACEBO

Comprobado está que muchos pacientes con depresión comienzan a sentirse mejor en cuanto empiezan a hablar sobre sus problemas (GEOSALUD-Depresión-Trabajo).
Desde muy antiguo se ha dicho que la mente tiene un fuerte poder sobre la materia; en este caso podríamos decir sobre el cuerpo.
Una persona podría autosugestionarse a efecto de causas externas, a consecuencia del ambiente acogedor o las palabras de confianza del personal médico o paramédico como resultado producir una completa cura, sin medicina alguna.
Fisiológicamente esto se puede explicar diciendo que el fenómeno se produce por la estimulación en una zona específica del cerebro que daría como resultado la mejoría del cuadro sintomático del paciente.
Esto es lo que se denomina en el campo de la medicina “efecto placebo”.
Placebo es un término derivado de la palabra latina “placere”, que significa “complacer”, aunque su significado ha ido variando en el tiempo.
Esta frase fue utilizada por primera vez en 1955 por Henry K Becker.
El poder de la mente es tan poderoso, que un paciente si se le diese un efecto placebo y… como cree se está medicando, se cura.
El efecto placebo de hecho se usa en muchas ocasiones en el mundo de loa medicina. Hay trabajadores que tienen algún tipo de obsesión mental con los que funciona bien, claro que hay algunos que no responden.