viernes, 8 de noviembre de 2013

CONCEPTO Y RELATIVIDAD DE BAJA REMUNERACIÓN



CONCEPTO Y RELATIVIDAD
DE BAJA REMUNERACIÓN

Miguel Suárez Sandoval


           
El monto de la remuneración, como todo en el mundo, es una cuestión muy relativa. Para algunos, incluyendo profesionales, la remuneración es baja; para otros es buena y muy buena. Por ejemplo, a comienzos de la segunda mitad del siglo XX, en un puerto pesquero de Perú, los pescadores con fines industriales o bolicheros, se comenta que ganaban, como promedio, hasta veinte mil soles semanales; pero en los posteriores años, cuando la crisis, estaban en la pobreza, porque en sus tiempos buenos, lo que ganaban les parecía muchísimo y lo malgastaban en las cantinas. Por esas mismas épocas dos o tres décadas antes a los abogados y médicos se les veía disfrutar de dinero y tenían una vida muy cómoda. Ante esta situación los descendientes de los miembros de las clases pobres, por ilusión,  estudiaban y se titulaban en esas profesiones, y no les fue mal: les fue muy bien. Pero, más o menos a partir de 1980 y lo que va del siglo XXI, encontramos que médicos y abogados ya no tienen ese gran poder adquisitivo (2009) que tuvieron. Y económica y socialmente se han estancado.                                                                                                           
  Las razones para tal acontecimiento son dos: la primera, los profesionales mencionados del inicio de la primera mitad del siglo XX, que eran muy pocos, descendían de familias adineradas y con su profesión, posición económica y relaciones sociales aumentaban su figuración y riqueza;  la segunda,  a  partir  de los  años  setenta  del siglo mencionado, se  incrementó  el número de colegios, institutos y universidades, y en éstos se crearon nuevas carreras técnicas y facultades de medicina y derecho. En conclusión, aumentaron los galenos y hombres de derecho, pero no con el afán de servicio o colaboración con la justicia, sino el de ganar dinero o tener en qué trabajar. Los nuevos profesionales lo que buscan es el lucro personal.
Aumentó la oferta de mano de obra, y sigue aumentando en grandes proporciones, no así la demanda, que queda en lo mínimo. Además, los nuevos profesionales de nuestro ejemplo de las primeras décadas de la segunda mitad del siglo XX no tenían la base económica  de las primeras, ni las relaciones comerciales, sociales, industriales y  financieras, salvo muy raras excepciones.
Tal vez para los nuevos galenos, hombres de derecho, docentes,  algunos economistas y contadores (a éstos los puede salvar las relaciones con su empleador) que provienen de clases humildes, que recientemente se iniciaron o se iniciaran (2009) en su profesión, la remuneración resulta «buena» por su status de vida; no así para los profesionales «viejos» o los que provienen de clases adineradas o más o menos acomodadas. Lo que no sucedió con los ingenieros y los que siguieron  carreras técnicas o de mando medio; sobre todo con la globalización, cibernética y tecnología creadora de nuevos puestos y métodos para quienes habrá demanda.
La opinión que se dé sobre profesiones del futuro es muy temporal, porque como todo cambia a gran velocidad las profesiones también son cambiables. Además, las opiniones son muy diversas, como personales. Así encontramos que algunas empresas prefieren programadores sin experiencia, y hay profesiones que han bajado el monto de su remuneración, por ejemplo los programadores, con respecto a las últimas décadas del siglo XX: su prestigio ha bajado por la mucha oferta de mano de obra y países que la ofrecen bastante barata, como el caso de la India, la República Popular de la China y Polonia.
Esto nos dice que la remuneración sube y baja, es muy relativa y arrastra el prestigio de la profesión.      
Los ingenieros tendrán más trabajo, pero entre ellos habrá previamente meticulosa selección y una gran competencia (que no es mala dígase de paso).
Hoy las empresas prefieren a los profesionales de mayores niveles de formación y los individuos adquieren títulos para obtener mejores salarios.
La palabra «ingeniero» deriva del latín ingenium, que significa talento, habilidad. Y su campo de acción es muy amplio, por esto es una profesión que siempre estará presente. A la ingeniería se le considera la carrera de la aplicación de la ciencia. Los ingenieros han pasado a ser indispensables en la industria y varias ramas de la ocupación habitual; podríamos decir que es una profesión con mucho futuro, porque es la profesión que pone en práctica los avances de la ciencia; como consecuencia habrá demanda de estos profesionales, particularmente en algunas especialidades como la electrónica y la mecatrónica, sin menospreciar las demás especialidades (2009) que tengan que intervenir en la mega construcción, tecnología, simetría, transporte en sus diversos modos y sistemas.
Ingeniería mecatrónica «es la combinación sinérgica o participativa de ingeniería mecánica de precisión, energía electrónica e ingeniería de sistemas, pensando en el diseño de productos y en procesos de manufactura con miras a formar el ingeniero del próximo milenio».  
«Ingeniería mecatrónica es, más que una carrera, una nueva disciplina», nos dicen Carlos Mijail y Agustín Vereau Sánchez (Universidad Técnica del Perú), académica muy interesante la cual brinda las facilidades de ver y centrar el mundo desde tres muy distintos puntos de vista: mecánico, electrónico y software. «Mecánico, desde el cual puede llegar a conocer los mecanismos de precisión, sistemas energéticos y el diseño mecánico de máquinas y equipos. Electrónico, basado principalmente en el diseño de los sistemas de control, como el control de procesos y control de equipos industriales, entre otros. Software, con el cual se puede llegar a realizar programas que ayuden a controlar los equipos y sistemas que diseña u opera». 
Por su lado, Julio Molina Aucahuasi (de la Universidad Nacional de Ingeniería, Perú) dice que: «Es una carrera de avanzada». Y nuevamente nos referimos a Carlos Mijail  y Agustín Vereau Sánchez, porque ellos dicen: «… esta carrera, a medida que pasa el tiempo, toma más peso y adquiere más resonancia en los oídos de muchos jóvenes…» (2009).
No debemos olvidar a los técnicos que tienen ciertos conocimientos prácticos, por ejemplo, sobre mecatrónica y colaboran con los ingenieros. El  técnico es el que se sitúa en un nivel intermedio entre el ingeniero y el trabajador manual.
Técnicos mecatrónicos. Así como se necesitan ingenieros mecatrónicos, poco a poco, se irán necesitando técnicos mecatrónicos (no ingenieros), sobre todo para equipos médicos y otras ramas  como reciclado en las diversas ramas de la industria; del acero super resistente y agroindustria. «El profesional del técnico mecatrónico, que sin ser titulado de ingeniero, ayuda a la formación tecnológica adecuada, construcción, instalación, operación y mantenimiento de sistemas automatizados en los nuevos procesos industriales». Es una carrera de «mando medio», con un estudio de tres años.
En Lima en el mes de diciembre del 2010, se publicó que la  demanda  de  técnicos  especializados  se  ha incrementado en más del 50% con respecto al año anterior (2009). El incremento es en diversas ramas de la industria.
Especialmente en el Perú, en un futuro no muy lejano, habrá una gran demanda de ingenieros. Se calcula, según Nancy Matos, vicerectora de la Universidad de ESAN - Lima, que: “… por cada alumno existen diez ofertas de trabajo”. Y agrega: “… eso demuestra que requieren profesionales y no los hay”.
Javier Mosquera, gerente de División de Automatización de la Multinacional ABB, comenta, en una conferencia que dictó en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), de Lima, que “los ingenieros de hoy no demuestran el debido interés por el trabajo en equipo”.
Pero este problema no es solo del Perú, sino de muchos países emergentes, a excepción de China e India, según Alberto Bejarano, gerente general de la Universidad de Ingeniería & Tecnología (UTEC), publicado en El Comercio de Lima (domingo 10 de junio del 2012 – www Aptitus – pág. 3).
Las carreras técnicas son y serán más requeridas (2013) porque hay que satisfacer la demanda laboral. Pero con las meras tecnologías tendrán que acostumbrarse a trabajar en equipo.






TERCER ANIVERSARIO EN EL MUNDO VIRTUAL



TERCER ANIVERSARIO
EN EL MUNDO VIRTUAL
(18-09-2010 – 18-09-2013)

Miguel Suárez Sandoval


           
Con fecha 05 de diciembre del año 1987 publicamos PANORAMA SINDICAL y Pautas para una Política de Salarios. Allí, a manera de prólogo, escribí lo siguiente:

NOTA PARA EL LECTOR

“… creyendo ser útil a  la  sociedad  me  especialicé –como abogado– en Derecho del Trabajo. Ahora quisiera tener nuevamente 30 años de edad. Pero no es posible volver en el tiempo, a los 30 años; porque cuando la vejez comienza a posesionarse es imposible que la juventud vuelva a reinar.
Al escoger mi especialidad cambié los hábitos por la toga; pero no me di cuenta de que el camino que estaba tomando era y es el mismo: el de la justicia, que es el del sacerdocio.
Todo en la vida es negativo; solo el dolor es positivo. El dolor es el pago por el derecho a disfrutar la vida; que hay que vivirla no porque sea bonita ni porque nos agrade: la existencia hay que aceptarla y soportarla, más bien, cuando no nos da placer. ¡Eh, ahí el lado ético de nuestra conducta!: “VIVIR” sobre la Tierra, no por el beneplácito que nos causa la vida, sino por el deber de vivirla.
El hombre es el fin porque es hombre. Y no puede ser usado como un medio; las cosas son un medio. Culpar a la vida de lo que en su trayectoria no hemos podido alcanzar es confundir el medio con el fin. La satisfacción en la vida es consecuencia de nuestras acciones; pero, si el hombre es el fin, la vida –que no es el hombre– es un medio.
Si truncáramos la trayectoria de nuestra vida por la insatisfacción, sería confundir los medios con el fin. Y estaríamos, nosotros mismos, equiparándonos con las cosas.
En mis momentos de soledad me digo: “¡Adelante en la lucha que para luchar nacimos!”. Y es por eso que seguiré en mi especialidad… ¡Aunque, en mi proceder, ninguno me entienda!”

Como diría un hermano mexicano, en lo referente al tiempo, a penas ha pasado “un tantito”. Pero en él he llegado a comprender que reconocer la sabiduría ajena post mórtem es gozar de mejor comprensión y no constituye compromiso para nadie.
La vida, sinfonía amarga, es el deleite de los que han perdido por rudos golpes de la vida en reiterado sacrificio los refinamientos de la sociedad a cambio de “tranquilidad”.
La sinfonía amarga no es afín al poder mundano que los humanos buscamos, porque el dominio terrenal es flor de un día, que nace con el alba y muere en el crepúsculo. Algunos hombres no tienen cabida hoy, porque su obra no está hecha solo para ahora, sino para el mañana.
“… el Derecho del trabajo o Laboral es un derecho protector. Nace para corregir los males que aquejan al trabajador por cuenta ajena. Como diría Miguel de Cervantes y Saavedra, nace para “enderezar entuertos”. O, dicho de otro modo, nace para proteger al trabajador pobre que no tiene más que su “energía de trabajo” y defenderlo en su dignidad humana. No al empresario, no al trabajo como equivocadamente se quiere establecer (un lapsus intellectus) ni mucho menos a los resultados de la actividad económica.
Nos dice el juslaboralista peruano José Montenegro Baca, que el Derecho del Trabajo empezó reglamentando problemas referentes a la jornada de trabajo y al salario (Jornada de Trabajo y Descanso Remunerados. T. I., pág. 2).
Ante las pésimas condiciones de vida que tenían y aún tienen los trabajadores subordinados ante su empleador y la autoridad laboral, surge el Derecho del Trabajo y es obligación del Estado custodiar el vínculo formado (Relación del Trabajo) al ejercer la actividad laboral entre el trabajador y su dador de trabajo, sea persona real o jurídica, en su estructura y al trabajador en su dignidad humana (Ver: Trabajador).
Recalcamos  que “… la finalidad del Derecho del Trabajo consiste… en la protección moral y material de los trabajadores, en el reconocimiento de derechos y en el imperio de la seguridad y justicia sociales”, nos dicen Enrique R. Aftalión, Fernando García Olano y José Vilanova. (Introducción al Derecho, pág. 716.
Al juslaboralista no lo entiende ni su consorte. Y si hubiese alguien que nos pruebe lo contrario esa persona sería su MADRE; porque ella sí cree lo que afirma su hijo: el entenderlo le resulta un dogma.
El juslaboralista debe estar preparado para el debate; pero antes, comprender que lo que se ataca y de quien debe defenderse no es del oponente sino de la idea. Una idea se combate con otra idea.
El laboralista es como el gitano que canta lo que siente, y siente lo que canta. La diferencia posiblemente esté en que el primero no piense en caló.
                                 Lima, 18 de septiembre del 2013.