INSOLACIÓN
Miguel Suárez Sandoval
Insolación es un “malestar o enfermedad producidos por una exposición excesiva a los rayos solares”.
«A la insolación podemos definirla como una respuesta de nuestro organismo a una agresión producida por el calor. Las causas son la acción directa y prolongada del sol sobre nuestro organismo, sobre la cabeza, debido a una larga exposición. (Enfermería Global, Revista Electrónica Semestral de Enfermería – Mayo 2005, pág. 6).
«Hay cuatro factores ambientales que pueden causar estrés inducido por calor excesivo en un área de trabajo caliente. Estos factores son: 1) la temperatura; 2) calor radiante proveniente del sol o de un horno; 3) la humedad, y 4) la velocidad del aire».
El nivel de insolación… depende de la edad, el peso, nivel de acondicionamiento físico… La insolación se presenta cuando los músculos del cuerpo están siendo utilizados para trabajo físico.
La insolación puede provocar serios daños permanentes a la salud, incluso la muerte. «Las víctimas de insolación generalmente mueren salvo que sean tratadas inmediatamente». (Guía de Seguridad y Salud para Contratistas de Trabajo Agrícola – Cómo proteger a los trabajadores contra la insolación). La insolación está considerada como una emergencia médica; se puede padecer por agotamiento. Los especialistas recomiendan que si en este caso un trabajador, una persona se siente mareado o asoleado, pare de trabajar y sea conducido a un sitio fresco.; sentarlo o acostarlo, lavarle la cara con agua fresca. Los diabéticos, los hipertensos son más propensos a la insolación. Éstos no deben beber cerveza o bebidas alcohólicas. Y agregan que los trabajadores jóvenes son más susceptibles a la insolación y más sensibles a las altas temperaturas durante el resto de su vida. También pueden ocurrir daños a los riñones o al cerebro.
«La afección por calor puede ser causa oculta para otro tipo de lesiones, como un ataque al corazón, caídas y accidentes…», pero la más seria es la insolación.
Ante cualquier exceso de calor el trabajador laborará más despacio y con menos eficacia. El exceso de calor es peligroso para todos los trabajadores de todas las edades.
Los especialistas comentan que todo existe en un ambiente laboral, por trabajar en un pésimo «clima organizacional»; cargado de obstáculos para el buen desempeño de las funciones habituales de los trabajadores.
Trabajar en el sol, en términos generales, se puede decir que es muy dañino, más aún si no se tienen los implementos necesarios de protección. Si se está un tiempo más del debido produce enrojecimiento de los ojos, envejecimiento de la piel debido a la mayor absorción de la radiación y aparecen manchas.
Nos dicen José De Echave Cáceres y Estela Ospina Salinas que “… la radiación solar aumenta su intensidad con la altura, sobre todo en el caso de la radiación ultravioleta, por lo tanto es necesario proporcionar una protección eficaz para la piel y las mucosas”. Y agregan que “Es importante anotar el papel de la temperatura ambiental y otras variables físicas que impactan en la capacidad mental y física del trabajador…” (Condiciones de Trabajo, Seguridad y Salud Ocupacional en la Minería del Perú, pág. 76).
Cuando los trabajadores todavía son jóvenes, digamos entre los quince (15) y treinta y un (31) años, la piel tiene sus medios de protección; pero a partir de los treinta y dos (32) la piel es muy plausible a infecciones y a tener problemas dérmicos. Cuando los suelos son arenosos los trabajadores reciben la reflexión del sol mucho más fuerte, ocasionando afecciones que derivan en cataratas futuras.
En los trabajos a la intemperie el trabajador recibe una fuerte irradiación ultravioleta causándole quemaduras; la piel pierde su elasticidad y se envejece; en las trabajadoras produce un shock por el golpe de calor con baja del nivel de la presión. En estos casos a la víctima hay que hacerla descansar en un lugar fresco, que tome agua o preferentemente una bebida con electrolitos. En caso de desmayo se debe acostar a la víctima boca arriba. Una vez que haya recuperado el conocimiento… ayudarla a caminar lentamente de un lado para otro.
También puede causar deshidratación como consecuencia de la transpiración, así como desvanecimientos, incluso cataratas, cuando supera la capacidad protectora de la melanina, pigmento que protege la piel.
Cuando al trabajador se le obliga a una continua exposición al calor (solar o de otra índole), el calor provoca sudoración excesiva, que inevitablemente produce evaporación, ésta a su vez produciría sarpullido. En estos casos la piel erosiona debido al roce, y provocaría infecciones bacterianas o fúngicas; por ejemplo en el cuenco de las axilas, bajo las mamas, en la ingle e incluso entre las nalgas. (Franco Vincenzi Díaz: Enfermedades Profesionales, Respiratorias y de la Piel).
