martes, 4 de marzo de 2014

HOSTILIDAD EN LOS TRABAJADORES POR CUENTA AJENA



hostilidad en los trabajadores
por cuenta ajena

Miguel Suárez Sandoval



“La hostilidad es un concepto básicamente multidimensional y multicultural”. Generalmente conlleva la intención de hacer daño a terceros. Deriva de la palabra latina hostilitas, atis. De hostilizar. De por sí significa agredir, molestar al trabajador.


Definición.

La Real Academia de la Lengua Española dice que es: “… acción hostil”. Y refiriéndose a hostil lo considera como contrario o enemigo.
Manolete Moscoso, refiriéndose a hostilidad, dice que, como término, es bastante antiguo; muchas veces confuso (es decir, poco comprensible), difícil de entender. Y agrega: “… debido substancialmente a que los términos de la hostilidad, cólera y agresión, son usados de manera frecuente en forma intercambiable, nos referimos en forma colectiva, como el síndrome AHA [Anger, hostility, agresión] (La Hostilidad: sus efectos en la salud y medición psicométrica en Latinoamérica).
Respecto a la antigüedad, a la que se refiere el susodicho autor, es a la hostilidad contra el trabajador por cuenta ajena; es muy anterior al nacimiento de las normas tuitivas y al Derecho del Trabajo.
Volviendo a lo establecido por Moscoso, este autor comenta sobre la definición propuesta por Spielberger (1993), quien precisa que: “… la hostilidad es una reacción emotiva que incluye sentimientos de cólera y, a la vez, mantiene una connotación actitudinal que la convierte, además, en un  patrón de conducta orientada hacia la violencia…”.
Pero, “dicho en cristiano”, podríamos manifestar que la hostilidad es un conjunto de conductas desmesuradas y violentas de parte de una persona física o natural; e, igualmente, se podría enumerar como animadversión, discordia, enfrentamiento y otros sinónimos; o calificarse como una conducta aparentemente buena pero recubierta de  hipocresía; en estos últimos tiempos sin respetar la dignidad, rango o jerarquía.  
Procurando hacerlo con sencillez, convendríamos que la hostilidad se forma en el sujeto por la influencia del medio en que se ha vivido. Pero también está relacionada con la edad, sobre todo en las mujeres trabajadoras, y la actividad o tipo de trabajo desarrollado.                            
Hostilidad en el trabajo es la agresión física o de palabra, inferida en forma continua o a intervalos, en el centro de trabajo, contra el trabajador por parte de los jefes, sus representantes, por el ambiente y condiciones de trabajo.
Hay ciertos actos del empleador que efectuados una sola vez no constituye o no puede considerarse hostilidad, sino que es requisito que el acto sea reiterado; pero, sí hay otros que sí son actos de hostilidad desde la primera o única vez que se efectúan. Una modalidad de estos últimos es no pagar el salario al trabajador, no dejarlo entrar al centro de trabajo, retirar su tarjeta de control de asistencia o no inscribirlo en el Libro de Planillas. Como ejemplo de los actos que necesitan reiteración podemos  citar  el  acoso  psicológico y  el  muy comentado –desde las últimas décadas del siglo XX–: acoso u hostigamiento sexual.
La forma y modo de hostilizar al trabajador, por parte del dador de trabajo, es amplísimo y cada día se ingenian nuevas formas de hacerlo.
En las Zonas Francas es donde más se producen y algunas de ellas muy refinadas. Por ejemplo, en las Zonas Francas de Cavite, en la República de Filipinas, a los trabajadores de una fábrica (son un total de 420 de los cuales  más o menos el 88 % son mujeres), los obligan a trabajar hasta siete (7) horas extraordinarias diariamente, seis días a la semana, hasta por un lapso de dos meses seguidos; y donde los portones se cierran con llave y sólo se abren al final de la jornada. Si se negasen a trabajar horas extraordinarias serían despedidos y no habría autoridad que haga respetar sus derechos. Para que puedan soportar tan larga jornada, la representación del empresario obliga a los trabajadores a tomar Duromine Phentermine dos o tres veces por semana. Los inspectores, como en gran parte del mundo, son ciegos, sordos y mudos.
Otra fábrica de una empresa coreana, donde trabajan ciento diez mujeres, para hacer uso del baño es con una tarjeta electrónica que indica el tiempo que se demoran; y se les permite hacer uso una sola vez. Además, ninguna de ellas se queda mucho tiempo porque el lugar es realmente inmundo (El Mundo Sindical, Dossier, Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres –CIOSL–, agosto del 2003, N° 5 – Bruselas, Bélgica).
La hostilidad es una de las principales causas para la incomprensión en el centro de trabajo y en general dentro de las relaciones laborales. En la legislación laboral peruana está deficientemente contemplada; y si algo se tiene es por jurisprudencia de las épocas de aplicación de la Ley N° 4916 y su reglamento (derogados). Como ejemplo podemos mencionar la Ejecutoria del Tribunal de Trabajo del 21 de mayo de 1984 (Exp. N° 2983-83), que establece que constituye acto de hostilidad la rebaja de categoría del cargo de jefe de división de tesorería a encargado de la conciliación de las cuentas por cobrar, por ser el último cargo de menor responsabilidad. Otra ejecutoria, la del Tribunal de Trabajo del 8 de enero de 1980, que dice que constituye un acto de hostilidad, sujeto al pago de indemnización especial, la no inclusión del trabajador en el Libro de Planillas.
El objetivo de las actitudes hostiles contra el trabajador por cuenta ajena es causarle daño.
En los procesos sobre hostilidad seguidos por el trabajador hostilizado contra su empleador, debe enumerar en su demanda a los actos de hostilidad y en su oportunidad probarlos, porque la hostilidad no se presume; así lo ha establecido reiteradamente la doctrina laboral comparada. Pero es un craso error creer que los derechos del trabajador hostilizado caducan pasado cierto lapso, sobre todo cuando éste es corto, porque la hostilidad se produce, generalmente, por actos reiterados y si en algunos casos la hostilidad la constituye un solo acto, los efectos de éste continúan: por ejemplo, no inscribirlo o sacarlo del Libro de Planillas al trabajador. Ese error se cometió al dar el Decreto Legislativo N° 728, Texto Único Ordenado, Art. 36°. Pero, como lo malo siempre se aprende, particularmente en lo que beneficia al trabajador, ese error aparece en la nueva legislación peruana.
El trabajador hostilizado puede recurrir ante el Juez competente demandando el cese de la hostilidad o el pago de una indemnización y dando por terminada la relación de trabajo.
Debe ventilarse en Proceso Sumarísimo y es competente el Juez de Paz Letrado, según la Ley Orgánica del Poder Judicial.


CONSECUENCIAS
DE UN AMBIENTE HOSTIL

Cuando la hostilidad se efectúa a todo un grupo de trabajadores en el centro de trabajo produce una baja de la moral, así nos dice Máximo Fernández Hernández (Psicología del Trabajo, pág. 254). Y un medio laboral donde hay hostilidad hace más difícil resolver los conflictos, anota P. Andlaer, mencionado por C. Simonín (Medicina del Trabajo, T. II, pág. 12).

Afirman los estudiosos del tema que: “… la hostilidad siempre es muestra de miedos e inseguridades profundas que se enmascaran y se hacen visibles a través de formas agresivas verbales y no verbales”.
La hostilidad puede producirse de una persona a otra de forma consciente e inconsciente. Por ejemplo, cuando en el centro de trabajo hay disconformidad.
Hay casos, según referencia de Annemarie Dührssen, que en algunos pacientes (trabajadores) no se dan cuenta de que se encuentran en un ambiente indiferente, limitados  por  la  hostilidad (Psicoterapia  de niños y adolescentes – Problemas  en  torno  al  trabajo - Págs. 55 y 58).
Comenta Manolete Moscoso que: “A pesar de que la hostilidad usualmente incluye sentimientos de cólera, este concepto lleva la connotación de un conjunto de actividades complejas, las cuales motivan conductas agresivas dirigidas hacia la destrucción de objetos o de daño físico hacia otras personas…”. Y agrega este autor que: “La cólera y la hostilidad se refieren a sentimientos y actividades; el concepto de de agresión por lo general implica una conducta punitiva o destructiva hacia cosas, personas u objetos” (obra  citada).
El personaje hostil, en los hostilizados produce miedo, temor al centro de trabajo. El resultado es el ausentismo en alguna de sus formas.
La psicóloga Yanina Paredes Domus nos dice que: “… el ambiente hostil de trabajo se produce cuando alguna persona […] conductas o comportamientos de carácter sexual lo suficientemente graves como para crear un ambiente de trabajo intimidatorio, humillante u ofensivo para la víctima” (Diario El Comercio – Lima, 28 de agosto del 2005 – Mi Hogar, pág. 20).
(Ver: Ambiente del Trabajo o Laboral: Finalidad).

La hostilidad, según los psicólogos laborales, influye sobre la personalidad del trabajador y provoca en este una conducta completamente diferente a la de costumbre y ocasiona baja en la producción y productividad.
Recordemos que la función prioritaria del industrial, comerciante y otros dadores de trabajo es la de reducir costos, generalmente usando la tecnología y muchas veces de punta, consecuentemente le es necesario reducir mano de obra. Creemos que lo que lo mueve al empleador ha hostilizar al trabajador es crearle un ambiente hostil, aburrirlo para que renuncie y así el despido le salga más barato.


FORMAS COMO SE PRESENTA
LA HOSTILIDAD

Existen diversos tipos de hostilidad según los campos y circunstancias; y se producen por una variedad o modos de comportamiento del dador de trabajo o empleador dentro de las relaciones laborales, pero en la mayoría de los casos podemos agruparlos en la falta de oportunidades para el trabajador de expresar sus quejas ante su o sus jefes, menguarle la protección al trabajador o quitarle la oportunidad de explicar el problema o problemas habidos.

El propósito del empleador o dador de trabajo, como empresario, industrial, comerciante, minero, exportador u otras formas de actividades que  tenga, siempre es ganar dinero, aquí o en cualquier parte del planeta. Y con la revolución industrial y el advenimiento de la tecnología su prioridad es reducir costos, entre ellos los costos laborales.
Nosotros creemos que lo que, generalmente, mueve al empleador, cuando por alguna razón quiere despedir al trabajador, es crearle un ambiente hostil para aburrirlo y, consecuentemente, renuncie; lo que en el argot sindical llamamos “lo han renunciado”, y así economiza los pagos de indemnización por despedirlo incumpliendo la ley.
Para hostilizar al trabajador la clase empresarial ha ideado “mil y una formas”. En la legislación laboral se llama “despido arbitrario”.
La hostilidad se presenta en una multitud de formas. Por ejemplo la falta de tolerancia de parte del productor o sus representantes.
La hostilidad en quien la ejecuta puede ser una manifestación de inseguridad como creerse superior. Es una demostración de miedo e incapacidad que se exterioriza con actos de violencia, tomada esta como único medio de resolver los problemas.
La hostilidad es consecuencia de la forma de vida que se tiene, posesiva relacionada a través de múltiples matices en toda actividad, con las iniciativas, amistades, amores y rivalidades (Annemarie Dührssen, op. cit.).

(Tomado del Diccionario Enciclopédico Jurídico del Trabajo, del autor).

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