sábado, 12 de abril de 2014

LA MANO DE OBRA Y LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL




LA MANO DE OBRA Y LA CRISIS

ECONÓMICA MUNDIAL



Miguel Suárez Sandoval




¿Crisis? «La hay, es cierto; pero no afecta a todos por igual…». Por ejemplo, se dijo en el primer quinquenio de este siglo (XXI), antes de la crisis, que: «… en España hay necesidad de contratar ingenieros en informática y medios extranjeros… en los próximos cinco años se necesitarán en España más de treinta mil  profesionales del sector sanitario e ingenieros informáticos y la situación puede extrapolarse al resto de la Unión Europea… los profesionales más demandados son médicos de familia, anestesiólogos, dermatólogos, ginecólogos, neurocirujanos y pediatras (El Diario, periódico de España, 7 de noviembre del 2008).

España, que no hace sino más o menos cuatro años (2010), pedía o aceptaba emigrantes en diversas profesiones, ahora tiene más o menos cuatro millones 400 mil (4’400,000) parados, porque la legislación dada últimamente, por ejemplo sobre reforma laboral, se dio: «… para apoyar a la empresa para que pueda afrontar sus situaciones», como lo dijo José Luis Rodríguez Zapatero en el Parlamento español el 22 de marzo del 2011.

Con la crisis mundial el desempleo se ha incrementado y llegado a un nivel jamás experimentado; además muchos millones se han retirado de la fuerza laboral porque, como no encuentran trabajo, se han desalentado y los salarios netos han perdido su poder adquisitivo.

En la última semana de junio del 2012, se anunció que de España habían emigrado 130,000 trabajadores; y que se había iniciado un programa de enseñanza de idiomas, sobre todo alemán y chino. Así como en el Perú a los niños educandos, de los colegios particulares de gran costo, se les está enseñando chino mandarín y otros idiomas, para los efectos de un buen desarrollo de la futura mano de obra.

Cuando tratamos de la globalización de la economía dijimos que: «… los grupos económicos más poderosos, a través de los mercados internacionales de las materias primas, base de la economía […] son los que suben y bajan los precios» (Juan Amadeo Alva Gómez).

Como lo aseguraban Cicerón y Séneca, los gobernantes, en los diversos países, con la finalidad de atraer capitales, mienten y mienten (que algo queda dice una sentencia popular), ofreciendo liberación, estabilidad política y tributaria; pero, si le diésemos una mirada panorámica a la clase trabajadora (2008-2014) veríamos, aún «cerrando los ojos», que los trabajadores y sus familiares viven un estado de terrible y permanente agonía. Desesperados porque quienes deben acordarse de ellos, se han olvidado; no tienen salario mínimo vital, sino en el papel; en la mayoría de países; incluso porque las grandes organizaciones mundiales del mercado bursátil, con el pretexto de la gran crisis económica, han quebrantado sus características, violado los derechos de los trabajadores por cuenta ajena, y, particularmente, han sentado un mal precedente, caso de Grecia (2012).  De los trabajadores sólo se acuerdan en las campañas electorales y sobre todo entre los resultados de las elecciones. La Ley, incluso la Constitución del Estado, que lo establece, no se respeta; es decir, doctrinariamente no existe, como tampoco la jornada máxima legal, y en cuanto a condiciones de trabajo… los trabajadores mueren en su centro de trabajo, como los pueden atestiguar los medios de comunicación. ¡Qué ironía!: la Constitución, en cuanto al capítulo sobre trabajo, para unos es un poema de Homero, mientras que para los trabajadores son los versos de Nerón.

La crisis económica, a los trabajadores que más afecta es a los emigrantes; si por su mala situación emigraron, en el  país que los acogió ahora encuentran lo mismo o algo peor: el desempleo o tal vez la repatriación.

Reiteramos: la crisis en Europa y Estados Unidos de América está afectando, básicamente, a los emigrantes, entre ellos a peruanos, aunque al respecto los analistas no se ponen de acuerdo sobre su gravedad; pero sí es notorio que los afecta  por el desempleo o «paro» como lo llaman en esos lugares. Nos dice Helen Medina, España: «Soy peruana… pero me duele saber cada día el sufrimiento de miles de paisanos que están en este país y padecen infortunio».

En las grandes ciudades como Hong Kong «la economía se caracteriza por lo reducido de los salarios; la supervivencia familiar depende del trabajo de varios de sus miembros; y lo percibido por los hijos es cada vez más importante para la renta familiar y el salario de las hijas sirve para pagar los estudios de sus hermanos menores (Úrsula Shama)

América Latina en conjunto cuenta con un capital humano muy significativo y con recursos no sólo en cantidad sino también en calidad y especialización; con nuevas «castas» se está formando y adquiriendo experiencia laboral. La crisis  frenará el crecimiento de la mayor parte de los pueblos y creará una legión de desempleados; se dice –según los organismos laborales internacionales– que la afectación será más grande en las zonas urbanas, recomendándose una especial atención para el sector laboral femenino y los jóvenes que podrían ser los sectores más afectados por su vulnerabilidad, como lo hemos dicho supra. Las  inversiones son necesarias, han cumplido un papel muy importante en muchos países, pero hay que ver las nuevas experiencias que por las grandes inversiones se instalan las empresas multinacionales, éstas desplazan a las pequeñas y medianas, originando despidos o desempleo.





La tecnología es buena

pero tiene sus bemoles



La crisis del siglo XXI ha traído problemas diferentes a la de los años treinta del siglo XX, sobre todo en cuanto a la desocupación. El promedio de vida era desde fines del siglo XIX de más o menos cuarenta años; ahora (2014) casi se ha duplicado: La crisis actual nos sorprende con un gran número de ancianos y muchos de ellos trabajando con un menor cansancio, un apreciable rendimiento, y la mano  de  obra  joven ha experimentado un gran crecimiento.

Según los especialistas, a los trabajadores ancianos hay que mantenerlos en sus puestos en los cuales están habituados; despedirlos es  decirles «prepárense para la muerte», porque no se les ha acondicionado.

El  Estado  y  en  general  toda  autoridad  competente dentro de su jurisdicción, particularmente en las épocas de crisis (2008 - ….) deben estar vigilantes de los empleadores para que no impongan a rajatabla las teorías  webb, es decir: «… ante una fuerte necesidad, mayor que la de otros, se está dispuesto a aceptar un salario aunque éste fuese  inferior al nivel considerado como «justo», igualmente «un trabajador con capacidad superior podría sentirse dispuesto a aceptar un tipo inferior de pago por pieza, en la creencia que sería capaz de compensar la inferioridad del salario con su propia capacidad superior».

La crisis (2008 - ....) al trabajador asalariado le creó una situación peor a la que tenían en épocas pasadas los esclavos, porque a estos nunca se les negó el derecho a comer y que ahora sí se les niega a los asalariados: el derecho a la vida.

La triste realidad es que el trabajador por cuenta ajena con trabajo sigue perteneciendo a la clase trabajadora; pero hay una gran mayoría (que en el mundo se cuentan por millones) que son los desocupados, porque han perdido su puesto de trabajo; además, por su edad, su situación se les agrava; su estatus es el de semiesclavitud.

Lo dicho repercute hasta en la organización gremial, porque el número de afiliados ha bajado considerablemente y el sindicato ha perdido fuerza social.

En el mundo (2014) existe una gran oferta de mano de obra que supera en mucho la demanda. La legislación laboral está tomando nuevos giros; los trabajadores manuales están disminuyendo, y, en los que quedan, se nota muy poca inclinación por las organizaciones sindicales y en estas ha aparecido una oligarquía que ha espantado a la intelectualidad. Las empresas, como una consecuencia de los estudios de la Tercera Revolución Industrial, han tomado la  decisión de ahorrar mano de obra; influenciando las grandes multinacionales sobre las empresas pequeñas.

Las crisis debilitan las posibilidades de las negociaciones colectivas entre el empleador o dador de trabajo y los trabajadores; se dice que: «… ahora ya no son imprescindibles los grandes pactos laborales tripartitos y bipartitos, necesarios en la post guerra, para dotar a los regímenes económicos de la base social necesaria y la paz social» (Alfredo Néstor Atanasof: Globalización y Sindicalismo: (La Antesala de una  Revolución en el Concepto de Trabajo). Recordemos que el objetivo de las empresas es obtener ganancias; y el desarrollo de su actividad productiva depende de la mano de obra contratada. Por aquellas circunstancias o momentos, el empleador está más sensible que de costumbre a todo lo que, como consecuencia, sea un incremento del coste de la producción. Esto puede también significar la preponderancia del tercer sujeto de la relación laboral: la sociedad representada por el poder del Estado y éste recomendar la corrección de una determinada coyuntura y pedir a las partes la observancia de ciertos límites; por ejemplo «aconsejar» no elevar los precios de los productos, estar pendiente en el precio de productos claves como el petróleo y del gas natural de uso doméstico, o de las divisas, favorecer la elevación de los salarios en una convención colectiva o fijarle un tope en un tiempo determinado, pero siempre sin hacer interpretaciones que perjudiquen al  trabajador y vayan en contra de los Principios del Derecho del Trabajo; por ejemplo un ministro de Trabajo no debe opinar sobre una ejecutoria y con su opinión estar contra el sector laboral, o que un alto funcionario estatal opine en contra de la fuerza laboral, sin ser especialista: zapatero a tus zapatos.

La crisis mundial (enero 2009) está considerada como la más triste; además, es la más grave desde la gran depresión de los años 30 del siglo XX y algunos economistas  como Atephen Stepne Roach, presidente de Morgan Stanley, Asia, cree que el crecimiento  de la economía en el mundo, en los tres próximos años, no superará el 2.5%. Otros creen que se puede evitar o menguar la crisis con una mayor explotación de la clase trabajadora; pero eso sería incrementar el desempleo y reducir los salarios, es decir trasladar los costos de la crisis del capital al trabajo, y aún otros creen que la crisis se menguaría reduciendo las remuneraciones de los grandes empresarios. Bienaventurado el que piensa en el pobre: en el día malo lo librará Jehová. (Salmos 41:1 – La Biblia). En los países donde los partidos políticos gobernantes trataron de resolver el problema de la crisis económica (2011) tomando medidas contra los trabajadores, en sus próximas elecciones presidenciales y/o municipales, les fueron muy mal. Porque lo que habían hecho no fue ir a la causa de la crisis, sino la culpa de Pedro echársela a Juan. En España, con la Ley de Reforma Laboral y en el Perú con la Ley de Tercerización y Outsourcing, no actualización del salario mínimo vital, no hacer respetar la jornada máxima legal, etc.





CAUSAS DE LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL



Barack Obama, presidente de los Estados Unidos de América, en su gobierno de «los cien primeros días» del primer período (4 de febrero del 2009) impuso un límite al salario total que reciben al año los ejecutivos de las compañías que hayan recibido «asistencia extraordinaria». El objetivo de esta medida es devolver la confianza de los inversores y del público en los bancos, como base substancial para relanzar la economía.

Opiniones hay más que postes. Incluso hay quienes creen que la crisis económica no sucede sin motivos –la casualidad no existe, lo que existe es la causalidad– sino que responde a criterios muy bien calculados de los muy grandes consorcios para continuar con la especulación o la esquilmación de los recursos naturales y la explotación de la clase trabajadora; incluso, y al margen de toda cuestión política dicen: «Las crisis económicas del capitalismo son generadas por los mismos dueños de los medios de producción […] en busca de mayor lucro, sin importarles las consecuencias que ello…». Y agregan que: «… los capitalistas en el afán de recuperar sus capitales […] dan medidas que ponen en mayor riesgo las condiciones de vida de los trabajadores, traduciendo en topes salariales […] despidos, desempleo, etc.» (04/02/2009). La urgencia permanente de la solidaridad obrera.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó que la desocupación se incrementaría en 20 millones de personas y a finales del 2009 sumarían 210 millones; y los trabajadores  y trabajadoras pobres que viven con menos de un dólar al día aumentarían en 40 millones entre 2008 y 2009. (Observatorio, Chile, 04/02/2009).

La actual crisis será una catástrofe social; pero no falta quienes la consideren que ésta no es una crisis natural, provocada por las fuerzas de la naturaleza imposibles de controlar, sino, dicen, es la consecuencia inevitable de un régimen social en decadencia que se está jugando  su defunción y aparecerá un nuevo sistema, una senda nueva.

La causa o razón de la crisis económica mundial (2008…) es muy remota; quizás no nos equivocamos si decimos que la causa comenzó a germinar a fines del siglo XVIII y se consolidó a fines del siguiente siglo. Es decir, con la máquina movida con energía del vapor de agua, y, posteriormente, cuando aparece la electricidad, movida con esta energía. Dicho de otro modo, la causa de la actual crisis económica mundial del 2008… la traen consigo la primera y segunda Revolución Industrial. No es fácil creer, pero los economistas lo han dicho y repetido a través de los siglos. Ellos hablan con su terminología propia que algunos estudiosos comentan que lo hacen para no ser entendible por el pueblo.

La primera consecuencia de la Revolución Industrial y la aparición de la máquina es la concentración de la población rural alrededor de las fábricas. Desaparece el autoconsumo, el mismo que es desplazado por la gran producción y desde aquel entonces no ha cesado.

La segunda consecuencia es que, con la máquina, el trabajador debe accionar al ritmo de dicha máquina; y la búsqueda de la gran producción que satura al mundo. Por la gran producción de la herramienta requiere menos mano de obra; pero todo aquello que aparece en el orbe trae el germen de su propia destrucción, que tarde o temprano presenta sus efectos.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, es decir, en la postguerra, es verdad que aumenta el consumo, pero también aparecen grandes productores con diferente filosofía de la vida: la República Popular China, los tigres del Asia, entre otros. Como conclusión en el mundo hay una gran producción por el uso de nuevas herramientas; se desplaza la mano de obra y se lleva de encuentro al gran consumidor que precipita lo que los economistas llaman “crisis financiera”, que no es otra cosa que una crisis por sobreproducción.

Los empresarios o dadores de trabajo, ante la crisis económica mundial creen que la solución está en la reducción de mano de obra, así como el monto de los salarios de los trabajadores; un lapsus intellectus que demuestra que los dadores de trabajo, por su ambición por el dinero (“poderoso caballero es don dinero”) están al cero en Economía Laboral, como se comprobó con la crisis económica asiática.

Otra causa que debe tenerse en cuenta, que afecta a la mano de obra, es la libre circulación de los capitales y el grandísimo adelanto de las comunicaciones en el mundo moderno, que lleva a la crisis económica de un lado para otro.

Conclusión: la crisis económica se debe al gran despido masivo de trabajadores y un retardo en el consumo: los trabajadores han bajado un gran porcentaje en su consumo porque no tienen dinero; y los pocos trabajadores –que gracias a Dios– conservan su puesto de trabajo perciben un salario con un pequeñísimo poder adquisitivo.

A más despidos de trabajadores más bajará el consumo. 





Y a un futuro, ¿qué?    
 
No hay ningún país que se escape de esta crisis (2008); la recuperación será lenta y las nuevas generaciones deberán acostumbrarse a vivir con nuevos niveles (una nueva economía); habrá que procurar que no se incurra en los errores que se cometieron en la crisis  del año 30 del siglo XX.

Evitar que con el cuento de la crisis económica se exagere el número de despidos, sin considerar los grandes males económicos, psicológicos y morales que producen en la población. Es preciso que los empresarios procedan de buena fe, es decir, con honestidad; los gobernantes con equidad y los trabajadores con lealtad; y, todos (dadores de trabajo, gobernantes y trabajadores) un poquito de solidaridad y exaltación de los principios de la no violencia.

Cuando se resuelvan las controversias entre los países y pueblos, los contingentes destacados volverán y ocuparán puestos civiles, la oferta para las mujeres bajará y si con el transcurso del tiempo los trabajadores varones que no se hubiesen preparado, bajaran los salarios, por la oferta y la demanda y podrían alterarse las condiciones de trabajo.

Recalcamos que la oferta de la mano de obra femenina bajará. Y, como dice Raquel Sánchez Bujaldón: “… si la situación de la mujer, en términos generales, ha sido más precaria laboralmente respecto a los hombres en tiempos de bonanza económica […] con la crisis esta precariedad va en aumento” (Cómo afecta la crisis económica global a la mujer trabajadora).

A la vista está que el número de desempleados, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha aumentado la brecha, pero no es tan fuerte en América Latina y el Caribe, porque, como hemos visto la responsabilidad de la manutención recae en el hombre, por ser jefe de familia y los ingresos conseguidos por la mano de obra femenina tiene un papel secundario o complementario.

Se dice que para superar la crisis, internamente, se debe tener acuerdos económicos y una gran eficiencia educacional para todo lo que pueda venir en el siglo XXI.

Muchos empresarios o empleadores creen que para salir de la crisis económica se debe recurrir al desempleo; lo que no es cierto y eso lo han  demostrado algunas empresas de España –País Vasco– donde una empresa fabricante de buses, no obstante la crisis económica,  con la participación de los trabajadores y la celebración de una convención colectiva, sin usar tecnología de punta y sin despedir un solo trabajador mantiene su producción y un magnífico futuro (España –País Vasco– Diario de la Causa Obrera).

A pesar de la situación económica  y de la crisis drástica de empleo hay excepciones y una de ellas es el grupo vasco Erkop, centrado en los sectores de agroalimentación y servicios que ha marcado  al término de su Plan Estratégico (2009-2012) crear tres mil 800 puestos de trabajo hasta alcanzar una planilla de diez mil personas y lograr una facturación de 230 millones de euros frente a los 148 millones con que cerró el 2008. (Dossier Empresarial – Sábado 25 de abril del 2009 – Madrid). Esto confirma que la única forma de hacer retroceder la crisis es la buena fe en el trabajo  y crear puestos de trabajo decentes; es decir trabajo sano y seguro.

La razón para que eso suceda, son las buenas relaciones con los organismos gremiales; recurrir a la convención colectiva para exponer sus necesidades y proponer puntos de solución a los problemas laborales y posibilidades del dador de trabajo o empleador; en conclusión buena fe de las partes en la elaboración del Plan de Negocios.

La solución también podría estar en la educación  tanto en el primer paso como en el último, para los trabajadores, de acuerdo a la nueva tecnología, y de igual manera los docentes deben reciclarse para educar en un mundo globalizado.

«La economía está en crisis. Miles de trabajadores que están siendo despedidos necesitan actualizar sus destrezas o volver a formarse», nos dice Mindy Feldbaum de la Academia para el Desarrollo Educativo (ADE) y agrega que con la crisis todo cambiará «… como parte de la transición mundial a una economía más sostenible, se crearán algunos puestos de trabajo y se perderán otros; pero, muchos sencillamente  se transformarán».

La Academia para el Desarrollo Empresarial sostiene que los colegios universitarios  tienen que capacitar a la población activa para ocupar puestos de trabajo en una economía verde; y, Andrew Morriss nos hace recordar que los «empleos verdes» son recomendados como la cura universal, salvadora al mismo tiempo tanto al medio ambiente como a la economía. (La ilusión de los empleos verdes).

No hay comentarios:

Publicar un comentario