miércoles, 29 de agosto de 2012

SEGUNDO ANIVERSARIO EN EL MUNDO DIGITAL

SEGUNDO ANIVERSARIO
EN EL MUNDO DIGITAL


Al incursionar, el 4 de septiembre del 2010, en el mundo de la informática, recordé y comprendí mi papel –y tal vez mi destino– cuando en abril de 1950 conocí, en Trujillo, al maestro y amigo don José Montenegro Baca, insigne juslaboralista (natural de Chulucanas, Piura – Norte del Perú).
Hacían apenas unos 30 o 40 días que había ingresado a la Universidad Nacional de Trujillo (Perú) y matriculado en la Facultad de Letras, etapa previa para continuar en la Facultad de  Derecho.
Por la gran amistad con el Maestro, catedrático en la mencionada universidad, supe de la existencia del Derecho del Trabajo o Laboral y que su finalidad era y es defender a los trabajadores en su dignidad humana.
Este conocimiento inmediatamente lo relacioné con el humilde trabajo que había desempeñado en mi pueblo de Pimentel, distrito de  la provincia de Chiclayo del departamento de Lambayeque (Perú). El recuerdo de mis compañeros de trabajo y las labores que aún desempeñaba no me permitían que me olvidase ni de lo uno ni de lo otro. Y el conocer lo mencionado me vino como “anillo al dedo”.
A inicio del año de 1953 me trasladé a la cuatricentenaria Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, la única. En la mañana del jueves 10 de abril de 1958, me gradué de abogado en esta casa de estudios (Facultad de Derecho y Ciencias Políticas), con una tesis sobre cuestiones sociales… que se comentó en el Diario La Prensa de lima del 24 de agosto de 1958; y que me ocasionó serios problemas político-sociales en el primer decenio profesional.

¿Y lo de la Oficina 32, qué?

La primera oficina-estudio que tuve en la sierra central se asignó con ese número. Y al lugar donde iba dada esa dirección. Cuando volví a Lima dio la casualidad  (aunque filosóficamente la casualidad no existe) que me ubiqué en el tercer piso de un edificio de reciente construcción, y a mi estudio la designé “OFICINA 32”. Siempre con la finalidad de defender a los trabajadores por cuenta ajena, en su dignidad humana, como lo hice mientras estuve en al sierra.
Seguramente esta “OFICINA” sobrevivirá a su dueño. Cumpliendo su finalidad, irá puliendo la piedra.·. cada día. Y, parafraseando a Jesús, podemos decir: “Trabajadores tendréis toda la vida; mas, a mi no me tendréis”.


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