viernes, 8 de noviembre de 2013

TRABAJADORES MANUALES DE CONSTRUCCIÓN CIVIL



Trabajadores Manuales
de Construcción Civil

Miguel Suárez Sandoval



Los trabajadores de construcción civil conforman uno de los gremios más grandes y también uno de los que corren los más grandes riesgos, que irán en aumento conforme crezca el mundo en tecnología y cibernética.
Los trabajadores de construcción civil, por la forma y aglutinamientos de trabajadores de diversas especialidades –todos con una sola finalidad– constituyen un régimen muy especial en comparación a muchos otros, generalmente normados por lo que se ha dado en llamar “convenios colectivos” (convenciones colectivas).
Por el medio de altísimo riesgo en que trabajan, tienen una conducta muy especial, poco inteligible para los profanos. Y por la misma razón son bastante exigentes. Que no está demás, dígase de paso
Es una rama de construcción que presenta una relativa heterogeneidad de las funciones de producción y su demanda está mundialmente en continuo crecimiento, generalmente usa personal migrante. Por sus características, que veremos infra, constituyen un movimiento sindical fuerte, cuando menos en el Perú: siempre están en la mira del Poder Ejecutivo con el propósito de desmembrarlos, como pasó con los trabajadores sanitarios y los trabajadores bancarios. Ahora quieren hacer lo mismo con los docentes: desmembrarlos por su poder sindical.
Un comentarista opina que: «El crecimiento se atribuye a la cooperación de varios sectores industriales y a la expansión general de la economía» y que es necesario: «… formar a los futuros trabajadores en competencias para empleos concretos, en donde sí hay trabajo» (El Correo, pág. 7- Lima, miércoles 22 de diciembre del 2010 – Política & Economía).
Construcción civil es la rama de mayor expansión y se le considera una de las actividades que crea mayor número de puestos de trabajo. Es un gremio que está en constante renovación de las máquinas que usa en sus labores, y se precian de tener condiciones de trabajo muy singulares.
Los trabajadores de construcción civil son el  gremio líder, fue uno de los primeros en conseguir la limitación de la jornada de trabajo semanal, hacer que se respete su descanso a medio día y saber hacer el debido uso de él; pero, en algunos países –como Perú- es uno de los más abandonados y como consecuencia el que más sufre accidentes en su trabajo; razón por la que a constantemente ocupa páginas y páginas de los diarios (2011).
El gremio de construcción civil comprende a diversas ramas de trabajadores manuales, como: choferes, electricistas, guardianes… previo cumplimiento de ciertos requisitos, en una gran diversidad de ocupaciones, circunstancias y momentos. Así lo ha establecido sobre todo la jurisprudencia.
Por el medio en que trabajan, el sistema de trabajo, por la gran posibilidad de que se produzcan accidentes del trabajo, por la altura del lugar donde desarrollan sus labores; en algunos casos –como lo comentan los medios– por hacer economías los propietarios de las obras, impericia del que tiene a su cargo la obra; descuido de Defensa Civil y la municipalidad de la jurisdicción, es una actividad de alto riesgo. Además, por la necesidad de tener que trabajar muchas veces en equipo. Aunque existen grandes adelantos tecnológicos usados en las monumentales obras.
La industria de la construcción civil es un trabajo que depende mucho de la mecanización, esto les ha traído a los trabajadores nuevos problemas laborales.
Al descanso a Media Jornada, se le podría definir como: Hacer un alto en la actividad laboral con el propósito de evitar el agotamiento del trabajador y darle oportunidad de que recupere energías para poder continuar con la labor iniciada. Los trabajadores de construcción civil, por una jornada de ocho horas  al día, reciben una remuneración de ocho horas y media; además, gozan de un lapso al mediodía (media jornada) para un descanso efectivo. Tal vez sea uno de los muy pocos gremios que sabe hacer uso de él. Porque, es costumbre que donde hay una obra, los trabajadores al mediodía descansan (después de tomar sus alimentos), sentados, recostados a una pared, con las piernas extendidas, duermen plácidamente y otros acostados o tumbados sobre un morro o promontorio de arena (material de construcción) igualmente duermen.
La finalidad del descanso a media jornada es para recuperar fuerzas o energías consumidas en la primera mitad de la jornada diaria. Y el trabajador ha comprendido que por el medio ambiente de trabajo y el altísimo riesgo, no sería fácil llegar al final de la jornada sin ese descanso.
De no existir el descanso a media jornada, por ejemplo, de los trabajadores de construcción civil, el trabajo estaría contra los principios que le dio origen. El Altísimo, para enmendar el primer conflicto en el mundo entre Adán y Eva, les dio la oportunidad de “vivir” con el producto de su trabajo. Es decir, el trabajo se crea en el mundo para dar vida y no muerte por agotamiento o exceso de trabajo. (Ver Caroshi).
En este caso, tal vez en algunas otras son oportunas las palabras de A. F. Cesarino Jr., juslaboralista brasilero: “El descanso tiene su valoración en el campo económico, pues la productividad del trabajo no depende solo de la duración sino de la intensidad. Esta disminuye a medida que se prolonga la duración del trabajo, hecho comprobado en la fisiología. De esto surge económicamente la necesidad del descanso”.


¿QUIÉNES SON TRABAJADORES
DE CONSTRUCCIÓN CIVIL?

Definición.- Elio Pimentel Benites nos dice: “Son obreros de construcción civil aquellos que trabajan en obras de construcción o instalación de maquinaria y equipo y que su labor se caracteriza  de acuerdo con la naturaleza de las obras que  ejecutan, por ser eventual y de duración temporal”, (Régimen Laboral de Construcción Civil – Chimbote, 1974).
El Informativo Caballero Bustamante, 1ra quincena de febrero del 2007, al trabajador de construcción civil lo define diciendo: “… se considera trabajador del régimen de construcción civil a toda persona natural que realiza una labor de construcción para otra persona natural o jurídica dedicada a la actividad de la construcción con relación de dependencia y a cambio de una remuneración”. (Derecho Laboral – Informe Especial – Régimen laboral de construcción civil - Primera parte).
Los trabajadores de construcción civil se encuentran dentro de la clasificación Gran División 45 de la tercera revisión de la Clasificación Industrial Internacional Uniforme (CIIU) de las Naciones Unidas.
Son trabajadores que ejecutan las ocupaciones consideradas de construcción civil en un régimen especial.
Las siguientes actividades de la División Nº 45 son el marco dentro del cual se desenvuelve la construcción civil: ESTRUCTURA: División Nº 45; Grupo clase 451 4510. 1) Preparación del Terreno; 2) Construcción de Edificios Completos o de Partes de Edificios, Obras de Ingeniería civil; 3) Acondicionamiento de Edificios; 4) Alquiler de equipo de construcción y demolición dotado de operarios. “En esta clase se incluye el alquiler de maquinaria y equipo de construcción, incluso el de camiones grúa dotados de operarios. (Informativo Caballero Bustamante -1ra quincena – febrero, 2007 – G 2).
Carlos Alberto Maldonado Ortega (contador público colegiado) es de la misma opinión; pero, cuando se refiere al punto 4), agrega: “... incluso camiones grúa dotados de operarios”. A estos operarios, es decir de los camiones, los considera trabajadores de construcción civil (Los Trabajadores de Construcción Civil y Régimen Común).
Recalcamos que las condiciones de trabajo de que gozan son sui géneris (singular y excepcional).
Se consideran como trabajadores de construcción civil a quienes realizan “…libremente y de manera eventual o temporal, una labor de construcción para otra persona, sea natural o jurídica y quien a su vez se encuentre dentro de lo establecido en el Código 45 de la Clasificación Internacional Industrial Uniforme (CIIU), revisión 3.1 con relación de dependencia y a cambio de una remuneración, serán considerados como trabajadores del Régimen Especial de Construcción Civil; salvo lo establecido en el artículo 14º del Decreto Legislativo Nº 727, sobre  obras menores a 50 UIT”.
El gremio de la construcción civil lo constituyen todos los trabajadores que realizan actividades de construcción de manera personal subordinada y remunerada; por consiguiente, la legislación sobre el caso no se aplicará a personas naturales que construyan directamente sus propias unidades de vivienda o cuando el costo de la obra no supera las 50 UIT.


CARACTERÍSTICAS

Respecto a las características del trabajo de construcción civil, mucho se dice. Y las opiniones son muy variadas. Aunque también entre los estudiosos del tema hay criterios similares; por ejemplo, cuando se refieren a su eventualidad y condiciones de trabajo.
Creemos que son características: 1) se debe tener presente que entre el dador de trabajo o empleador y el que ejecuta la obra o trabajador, hay una gran precisión de cuál es la “obra” donde se desarrolla la actividad que da origen a la “relación del trabajo o laboral”; 2) es a plazo fijo con fecha cierta en cuanto a la relación de trabajo que depende de la terminación de la obra, y 3) que a la terminación de labores en la susodicha obra al trabajador no se le considera despedido sino que simplemente hay cesación (o suspensión) de la relación laboral.
Así lo han establecido tanto la doctrina como la jurisprudencia comparadas. La eventualidad y duración limitada constituyen un factor determinante para su  categorización.
El trabajo de construcción civil se caracteriza por su eventualidad y limitación en su desarrollo o duración limitada
Otra característica del trabajo en construcción civil es que se trata de “un trabajo en equipo”, y se considera como de altísimo riesgo por el ambiente de trabajo.
Los trabajadores de construcción civil, con respecto a la estabilidad en el trabajo o en el empleo, no están comprendidos en la legislación común y corriente. No porque no tengan ese derecho, sino porque en ellos la legislación se aplica de muy diferente modo, en razón  a la naturaleza de sus labores y sobre todo por la eventualidad que hemos mencionado supra y duración de las obras. De igual manera no lo están en lo que se refiere al “período de prueba”.
Algunos autores, como Carlos Roberto Maldonado Ortega, consideran que los trabajadores de construcción civil se caracterizan por su eventualidad. Es decir la relación laboral es de carácter temporal, dura mientras se ejecuta la obra o labor, y el trabajador no podría ser despedido sino cuando termine la obra o fin de semana laboral.
Este autor, cuando menciona: Ubicación Relativa, se refiere a que: “no exige lugar fijo y permanente donde se realice la labor” Y continúa diciendo: “Donde se ubique la obra se ubican los trabajadores y terminada la obra se cambia de ubicación”. Podría ser una misma empresa o tener varias en diversos lugares.
Las condiciones de trabajo de construcción civil pueden ser consideradas como sui géneris (singular y especial), pues, son propias de la actividad constructora.
A los trabajadores en construcción civil se les ha reconocido la existencia de la relación de trabajo –sobre todo para los efectos de la responsabilidad– no solo para la empresa constructora sino también para los contratistas, intermediarios o subcontratistas y, en última instancia, la responsabilidad compartida abarca, de presentarse el caso  y circunstancias, hasta el dueño de la obra, salvo que el contrato (con el dueño de la obra) contenga una cláusula de garantía.


CONSTITUYEN UN RÉGIMEN ESPECIAL

La industria de construcción civil tiene una gran capacidad para generar puestos de trabajo por la amplitud, diversidad de actividades y, además,  por el uso de insumos nacionales, regionales e incluso locales.
La diversidad de trabajadores están clasificados en tres grupos: operarios, oficiales y peones; conformando cada grupo una serie de especialidades. Por ejemplo, el de operarios lo forman los albañiles, carpinteros, electricistas, especialistas en armaduras de acero, gasfiteros, plomeros, almaceneros, choferes, mecánicos, pintores, wincheros, trabajadores que se ocupan de la construcción de  túneles, puentes, caminos y unas ramas de la industria. Oficiales son los que realizan las mismas actividades de los operarios, pero en calidad de ayudantes o auxiliares. Peones son los trabajadores que no han obtenido la calificación.


CONDICIONES MUY PARTICULARES

Los cambios rápidos y adelantos de la tecnología que sobrepasa la capacidad humana de adaptación y el trabajo diario exigen cambios de postura.
Al trabajador de construcción civil, reiteramos, su mismo trabajo le exige cambios de postura; y es recomendable que los adopte, porque permanecer en la misma les produciría a los trabajadores una gran tensión muscular, y debe alternar el trabajo dinámico y el trabajo estático.
Los músculos bajo la carga dinámica por la contracción y el tiempo sufren dolores. Y si se sobrepasa el lapso aumenta la presión cardiaca y el pulso se acelera, porque la sangre permanecería en los músculos.
En construcción civil hay muchas tareas que exponen al trabajador a cargas estáticas considerables; en ciertos casos, trabajos de pintura, cableado eléctrico, se requiere estar con los brazos extendidos por encima de los hombros. En estos casos se recomienda cambiar de postura.
Alfredo Hanns nos dice que por las particularidades de su centro de trabajo, muy especial y variable; por no ser estables y tener un trabajo muy  riesgoso a los trabajadores los vuelve personalistas e incluso anota que tienen una mentalidad especial, siempre quieren vivir al aire libre, son amantes de grandes espacios, no pueden vivir encerrados, ni son amantes de la monotonía. (Patología  Profesional en la Industria de la Construcción). No obstante lo dicho, los que han estudiado la conducta del trabajador de construcción civil, destacan su gran compañerismo; aún entre trabajadores de diversas categorías.


ACCIDENTES DEL TRABAJO
Y ENFERMEDADES PROFESIONALES

Hemos dicho que los trabajadores de construcción civil tienen un medio de trabajo muy especial y riesgoso, en el que se hace más frecuente, que en otros, que se produzcan accidentes del trabajo y enfermedades ocupacionales o profesionales, por ejemplo en los  baldosadores –es decir los que colocan baldosas y/o parquet- por la posición en que trabajan (en cuclillas) inflaman la bolsa sinovial que está detrás de la rótula y consecuentemente algún traumatismo violento o traumatismo de repetición. A esta lesión se le llama «bursitis».
Bursitis. Los trabajadores que laboran, generalmente, de rodillas son víctimas de una inflamación del tejido celular subcutáneo, nos dice el profesor León Ruyssen. Y también considera que son víctimas del mismo mal los trabajadores que realizan faenas apoyados en los codos. Añade que incluso puede llegarse a una parálisis del nervio cubital provocando la aparición de lo que se llama «mano en garra».
Cemento. Es uno de los principales elementos o substancias con lo que laboran los trabajadores de construcción civil. El cemento está compuesto de una mezcla de cal, sílice y aluminio (arcilla).
El cemento, al usarse en los trabajos de construcción, produce un desprendimiento de temperatura. Hay unos rápidos y otros lentos, siendo éstos los más nocivos. Los trabajadores que manipulan en sus labores diarias están expuestos a dos (2) clases de accidentes cutáneos, ya que son a la vez cáusticos e irritantes. Los cargadores de bolsas de cemento están expuestos a quemaduras superficiales en la nuca y de igual manera en los hombros y brazos, sobre todo en el verano por la transpiración.
Los trabajadores que manipulan, en sus ocupaciones habituales, el cemento, pueden contraer enfermedades denominadas, en términos generales, enfermedades cutáneas profesionales, como la dermatitis industrial o laboral, también llamada eccema profesional; asimismo,  suelen usarse otras  denominaciones relacionadas con la causa y el efecto: dermatitis del cemento, con lo que está muy de acuerdo Donald J. Birmingham.
Esta enfermedad se agrava por el medio ambiente del trabajo.
Por la causticidad también se producen ulceraciones que afectan al pulpejo de los dedos, llamados  «pichoncitos del cemento».  Se mejora el eczema con el cese del trabajo;  pero,  a  veces  es  necesario  el  cambio  de puesto. A estas afecciones se les consideran enfermedades ocupacionales o profesionales y las víctimas tienen derecho a ser indemnizadas, según legislación internacional.
Los trabajadores que manipulan cemento, habitualmente contraen  lo que se llama «sarna del cemento», que, en realidad, son afecciones alérgicas. Éstas no se presentan tan pronto como se comienza a trabajar, sino a veces en forma tardía; después de diez (10) o quince (15) años.
Conveniente es recordar lo que nos dice el maestro Gourgerot Carteaud, que las dermatosis profesionales se deben generalmente a las malas condiciones de trabajo (Dermatosis Profesionales).
No obstante la gran tecnología en construcción civil, todavía hay obras y trabajos que se hacen manualmente (a la antigua); llevar cargas pesadas por  escaleras y andamios, lo que les produce a los trabajadores dolores a la cintura o lesiones a los músculos y articulaciones. De igual manera hay una cantidad de ocupaciones y procesos que varían según la etapa de la obra.
Por todo lo dicho, los entendidos recomiendan que el trabajador de construcción civil, esté en buenas condiciones de salud. Y basan su consejo porque el trabajo manual pesado y constante aumenta el ritmo respiratorio y cardiaco. Y si no estuviese con buena salud se cansaría casi al instante. También dicen que cuando las tareas no requieren gran esfuerzo físico  causan aburrimiento, por lo tanto se concluye que el trabajo de construcción civil no debe tener jornadas excesivas y que durante éstas debe haber períodos de descanso.
Entre los trabajadores de construcción civil existen algunos que están expuestos a la radiación ultravioleta,  entre ellos los que trabajan en carreteras, puentes… Estos contraen cáncer profesional a la piel.
Los trabajadores de construcción civil constituyen una rama de trabajadores manuales de rigurosísima exigencia del uso de aparatos de protección, a lo que se condiciona su permanencia en el cargo o puesto de trabajo, tanto a nivel de suelo o a grandes alturas. Y, dado al riesgo, al sistema salarial y condiciones de trabajo, son muy diferentes a otro tipo de trabajo, así como la relación laboral es directa con el empleador o dador de trabajo bajo su dependencia y subordinación.
No obstante el gran número de convenios colectivos (convenciones colectivas) y legislación especiales, es un gremio abandonado y de muy poco progreso a lo que debía estar. La razón es por el medio ambiente en que se desarrolla y características culturales. Además, la intromisión política impertinente y falta de conocimiento de la doctrina del Derecho Sindical, consecuentemente la segunda finalidad política ha propuesto, desde fines del siglo XX, a la primera que es la reivindicativa.


SITUACIÓN DE LOS MENORES DE EDAD
EN EL GREMIO

En el mundo laboral no es permitido el trabajo por cuenta ajena de los adolescentes en actividades riesgosas, nocivas para su salud física y moral o que interfieran con el tiempo que debe ser dedicado para sus estudios. Entre las prohibiciones están los trabajos en construcción civil; así como lo establece la legislación nacional de sendos países y los convenios internacionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).



MANO DE OBRA FEMENINA
EN LA INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCIÓN

Aunque en un porcentaje mínimo, la mano de obra femenina también está incursionando en la industria de la construcción.
Existen organizaciones que promueven la incursión de las mujeres en construcción civil y las capacitan para que en el ejercicio de su trabajo estén a la par con los varones. Por ejemplo (en Brasil) el Proyecto Mano de la Masa  (Mao na Massa, en portugués) que promueve la inserción femenina en el mercado laboral y el rescate de su autoestima.
Norma Sa, coordinadora de Mano en la Massa nos dice: “Buscamos romper el paradigma de que la mujer no puede tener una obra” (edificio en construcción).
Continuando con la mano de obra en construcción civil se dice que son varios los motivos o causas que han hecho que las mujeres incursionen en los trabajos, antes reservados para los varones. Por ejemplo, el económico; el tener una remuneración semanal, en especial en las familias de estratos humildes; el estudio de profesiones iguales a las de los hombres. Pero, en particular, las mujeres que se titulan en una profesión y la ejercen se sienten liberadas y muchas de ellas convertidas en jefes de familia.
Podemos sintetizar diciendo que el gran incentivo para la incursión es la remuneración y la mejor calidad de vida que les otorga. Y es así como están invadiendo el campo antes reservado para los varones. Los compañeros de trabajo comentan que: “si una mujer ya era peligrosa con una escoba en la mano, lo es más con un martillo” (Fabiana Frayssinet: Ladrillo a ladrillo, mujeres albañiles hacen patria en Brasil).
Comentan, nos dice la autora, que: “las mujeres son más detallistas y delicadas, desperdician menos material y con ello se ahorran costos”. Y agrega que cuando hay trabajadoras: “… los albañiles varones aparecen más aseados y perfumados y dicen menos palabrotas”.
Sigmund Freud dice que: “… contamos con una presión psicosexual y que esa constante presión por manifestarse permite a los individuos permanecer activos; pero, por otro lado, su infraestructura psíquica limita la presión desmedida de esa energía…”, mencionado por Néstor Fernández Sánchez (Edad Adulta).
Algunos críticos dicen que se ha derrumbado el mito de que construcción civil es un trabajo pesado para las mujeres. Y nosotros estamos de acuerdo que el gremio de construcción civil será menos machista.
En el Perú hay una incursión del género femenino en construcción civil, pero no intervienen en encofrado ni vaciado.
Opinión que comparte, por ejemplo, Luis Chong cuando dice que: “… si bien el 52 por ciento de la población nacional (Perú) está compuesto por mujeres, sólo cinco de cada cien se dedican a la construcción, principal actividad económica”.
Por el contrario, se comenta que en Chile y Argentina el 30 por ciento de los trabajadores de construcción civil son mujeres.
Por su lado, un economista político peruano, refiriéndose a la poca incursión de mano de obra femenina en el ramo de construcción civil, afirma que esta situación contrasta con la realidad de otros países, como Bolivia, Ecuador e incluso Chile, donde hay mayor participación femenina.
En las obras que ejecuta la Municipalidad Provincial de San Román (Puno), en la avenida Julio C. Tello, encontramos una trabajadora de construcción civil cuyo nombre es Jeny Ticona Marín (34) quien comentó: “Yo me inicié en este trabajo a mis 27 años cuando acudí al Ministerio de la Mujer, en una etapa difícil de mi vida. Ahí me han capacitado y orientado, y me dieron la oportunidad de ingresar a trabajar en ‘A Trabajar Urbano’, donde solo había un albañil varón, el resto éramos mujeres”. (Los Andes, miércoles 25 de septiembre del 2013 – Vocero tradicional y el principal valuarte en Puno – Juliaca, Perú).
Según lo comprobado, las trabajadoras de construcción civil trabajan igual que los hombres, hasta empleando las máquinas de uso corriente en esa actividad, como compactadoras, vibradoras, carpintería, o abriendo zanjas, lo mismo que hacen los varones. El objetivo es no dar motivo para ser discriminadas y/o les paguen menos. Pero no están exceptuadas de ser víctimas de acoso. (Ver: Acoso Sexual u Hostigamiento Sexual), generalmente, por el maestro de obra. En estos casos, las dirigentes de la organización sindical están alerta para hacer la correspondiente denuncia ante la autoridad competente laboral, como penal.
Las trabajadoras del gremio de construcción civil, en un 30%, son profesionales de diversas ramas, egresadas en su mayoría de universidades locales; haciendo presente que gran porcentaje son madres solteras.
Hay contratistas que afirman que estas señoras trabajan mejor que los varones. La gran motivación es la responsabilidad familiar y porque el jefe casi siempre es un hombre. Algunas observan que se debe señalar una cuota de género.
Las trabajadoras de construcción civiles se han agremiado sindicalmente y son muy cumplidoras en cuanto se refiere al “deber sindical” y un poco más exigentes que los varones cuando se trata de reivindicaciones. Se comenta que la primera conquista fue conseguir que la remuneración sea igual para las mujeres y los varones, de acuerdo a ley. Nos estamos refiriendo al sindicato que se fundó en Arequipa (al sur del Perú), el año 2006, que fue reconocido el año 2007. Se ha encontrado en las organizaciones sindicales de las mujeres, pertenecientes al gremio de construcción civil, que sus afiliadas tienen una gran creatividad y se están organizando para formar empresas, y participar en las licitaciones para adquirir obras de mediana y pequeña envergadura.




viernes, 13 de septiembre de 2013

LA UTA O LEISHMANIASIS TEGUMENTARIA

LA UTA O LEISHMANIASIS
TEGUMENTARIA

                            Miguel Suárez Sandoval



La leishmaniasis tegumentaria es una enfermedad granulosa crónica, producida por leishmanías dermotrópicas que comprometen la piel y/o mucosas; transmitida por un insecto vector  en focos endémicos ampliamente distribuidos en zonas tropicales y en algunas regiones interandinas.
         «Es una úlcera o lesión verrugosa… localizada en las áreas expuestas de la piel, sobre todo en la cara».  En el Perú se le llama comúnmente uta, palabra derivada del quechua. Asimismo, en otros países se le denomina con palabras muy propias de la región.
         Esta enfermedad es producida por diferentes especies de parásitos y transmitida por  mosquitos phlebotaminae; ocasiona graves daños en los tejidos que los desfiguran y mutilan la cara de los trabajadores forestales infectados.
         La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido  a la leishmaniasis en la lista de  enfermedades de declaración obligatoria. Denomínase así «… a aquellas enfermedades transmisibles, que  los médicos están obligados a notificar (léase comunicar)  al centro de salud pública correspondiente, por ser de importancia a la comunidad», y en ciertos países ha sido declarada endémica (propia y exclusiva de determinadas localidades  o regiones)  por el correspondiente ministerio.
         Los estudiosos de esta enfermedad (Ceballos E., Ceballos L., Zuño  Rursteinz) afirman que esta enfermedad se conoce en el Perú desde épocas precolombinas; que la cultura Mochica –que se desarrolló en el norte del país mencionado, en lo que hoy pertenece  a la región Lambayeque, entre los siglos III y  X  de  la  era cristiana- conclusión a la que se ha llegado por los huacos retratos (Historia de la Dermatología en el Perú, pág.  311).
         La leishmaniasis tegumentaria (uta) se presenta, generalmente, en los trabajadores agrícolas o del campo, en regiones tropicales, por ejemplo en Cajamarca y San Martín, norte del Perú, por el medio o ambiente en que el trabajador se ve obligado a laborar.
         Hasta el presente (2010), según los estudios realizados por los científicos, en muchos países, no se ha podido determinar, con certeza, si es o no una enfermedad profesional u ocupacional; la razón es que «… para que una enfermedad pueda  jurídicamente ser considerada  profesional es necesario que  esté contemplada o inscrita en una lista de enfermedades profesionales».
         En Argentina se han profundizado los análisis e investigaciones y se  ha promulgado la Ley N° 24557, más tarde modificada por el Decreto N° 1278, art. 2°, y en España, según Real Decreto  1995/1978 se considera a la leishmaniasis tegumentaria, una enfermedad profesional; además, el Real Decreto mencionado fue modificado por el Real Decreto 2821/1981 que establece: «… se permite considerar como enfermedades profesionales las contraídas de otras actividades distintas a las contenidas en la lista». En la nueva lista de enfermedades profesionales de España, en el orden  dieciséis (16) considera como tal a la leishmaniasis tegumentaria (26 de agosto de 1975).
         En la legislación laboral peruana, el Decreto Supremo N° 003-98-SE, enfermedad profesional es: «todo estado patológico permanente o temporal que sobreviene al trabajador, como consecuencia directa de la clase de trabajo que desempeña o del medio en que se ha visto obligado a trabajar». Crea dudas. La razón es que la leishmaniasis tegumentaria no se produce en los trabajadores  por la labor que realizan sino por la zona tropical en que trabajan.
Existen enfermedades transmitidas por el medio en que laboran, como la tuberculosis y otras como nódulos en la laringe, depresión… como consecuencia de su oficio. G. Wilhelm-Seibniz considera que en algunos lugares de trabajo y ocupaciones, recalcamos que el personal docente también está expuesto a mayor riesgo ante la violencia, y señala que son las mujeres, generalmente, las víctimas. A los docentes, sobre todo en los primeros años del ejercicio de su carrera, los trasladan a zonas lejanas de las ciudades y capitales, por ejemplo regiones tropicales e interandinas y contraen la enfermedad de Carrión, o verruga peruana y la leishmaniasis tegumentaria.
         Los trabajadores víctimas de esta enfermedad, como muchos otros trabajan generalmente para una empresa de servicios, y quedan desamparados, sin curación, asistencia hospitalaria, ni pensión por el grado de incapacidad, ni beneficios por retiro anticipado. Igual cosa sucede con los trabajadores de la salud «que ven o resguardan la salud de los trabajadores rurales en zonas endémicas; la prevención, emergencias tecnológicas, accidentes del trabajo, enfermedades ocupacionales.  El trabajo de estos profesionales apremia a los contratistas y tercerizadoras forestales cumplir un requerimiento legal ya que tienen la obligación de verificar los grupos de trabajo dispersos en áreas rurales con la finalidad de controlar el uso de los equipos de seguridad, trajes de fumigación, casco, ropa de trabajo adecuada a la tarea- las condiciones del ambiente laboral y realizar charlas de inducción a la seguridad y persuasión de los comportamientos riesgosos».
         El mosquito vector generalmente ataca a los trabajadores foráneos. Dicen los especialistas que los lugareños ya están inmunizados. Como es sabido que el trabajador, por ejemplo los docentes, en el tiempo que ejercen su profesión son trasladados a diferentes regiones, en las que pueden contraer la uta o leishmaniasis tegumentaria.
         La leishmaniasis tegumentaria, hemos dicho supra, ha sido declarada «endémica». De igual manera se ha comprobado que a los lugareños no los ataca (porque están inmunizados), pero sí a los foráneos, entre ellos a los trabajadores trasladados a esas regiones endémicas, como docentes, trabajadores de la salud o del Ministerio del Trabajo.
         En la doctrina laboral comparada se ha establecido que no son enfermedades profesionales las endémicas «cuando por ellas fueron alcanzados los empleados habitantes de la región» (Brasil). A contrario sensu deben ser indemnizados cuando la enfermedad se produce en trabajadores recién llegados, temporalmente de otras regiones.
         Es conveniente revisar, de tiempo en tiempo, más o menos cada tres (3) años, la lista de enfermedades profesionales, porque  todo cambia en el mundo, evoluciona… sobre todo con las nuevas sustancias químicas y nuevas tecnologías que han dado lugar a recientes enfermedades resultantes del trabajo. Contemplando también la evolución de las ciencias médicas y conocimientos que se pudieran adquirir en esta materia.
         Hay muchas enfermedades profesionales a las que en varios países no se les considera como tales; pero no por eso dejan de producir lesión o muerte. A otras se les considera enfermedades del trabajo; denominadas así por la causal. Y aún hay otras que, aparentemente, no producen lesiones, por ejemplo, el estrés profesional que contraen los docentes; no por eso es aconsejable negarle su registro, como a la enfermedad que nos ocupa.
         En el preámbulo de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se proclama que «la protección del trabajador contra las enfermedades y lesiones sufridas en el empleo» constituyen condiciones necesarias para «una paz universal y duradera». Esto significa que para la OIT la mejora de condiciones de vida y de trabajo constituye un elemento fundamental de los derechos universales.
Los organismos gremiales de nivel nacional deben convenir en una convención colectiva con su  empleador, el Estado o un particular, el compromiso de correr con todos los gastos de medicina, hospitalización y prótesis o contratar con un tercero el traslado de la obligación por una póliza de seguro en los casos de uta o leishmaniasis  tegumentosa.


EL SÍNDROME DEL TÚNEL CARPIANO O MAL DE LAS LAVANDERAS

EL SÍNDROME Del túnel carpiano o mal de las lavanderas

                                   Miguel Suárez Sandoval



El síndrome del túnel carpiano afecta a los trabajadores que laboran habitualmente realizando movimientos repetitivos, sobre todo cuando el centro de trabajo no está adecuado a la estatura del trabajador. Lo padecen generalmente los trabajadores que laboran en plantas de ensamblaje, costura, acabado industrial, limpieza, embalaje de carnes y pescado, los cajeros de supermercados que utilizan escaneos electrónicos, trabajadoras de las plantas empacadoras y/o procesadoras de espárragos, alcachofas, espinacas… cuando  usan sus manos en movimientos repetitivos cortando con cuchillos o tijeras, o aquellos trabajadores de construcción civil que usan herramientas manuales vibratorias.
También se presenta el síndrome del túnel carpiano en los trabajadores del campo,los cortadores de caña de azúcar en los fundos y haciendas, cortadores de carne o pescado, peluqueros, violinistas.
«La repetición reiterada de movimientos a lo largo de la jornada laboral y el inevitable paso de los años, pueden llevar a las manos al colapso, el dolor constante y la limitación del movimiento», expresa Gerardo Mora. Y añade que en estas condiciones se «… van inflamando o desgastando los tendones, que hacen imposible el normal movimiento de las manos». (¿Nuestras Manos Trabajadoras Incansables?).
Se ha llegado a la conclusión que también lo sufren los digitadores; es decir los que escriben usando el tablero de una computadora u ordenador.
Como antecedentes hemos encontrado que en el siglo XVIII (1798) William publicó Description and Treatment de Entanceosis Diyea sis, donde asocia cuadros cutáneos con profesiones diversas… así el eczema de las lavanderas considerado como dermatitis profesional (Trabajadores de la Salud).


Causas

Por la manipulación de substancias alergizantes, que son numerosas, las lavanderas sufren dermatitis alérgica y esto es debido a la acción compleja del agua, los álcalis y los hipocloritos. El que con mayor frecuencia produce quemaduras es el hipoclorito de sodio (lejía). El hipoclorito de sodio, generalmente usado disuelto en agua en varias concentraciones, se usa comúnmente como blanqueador.
En las lavanderas se presentan dos tipos de enfermedades: la primera una inflamación de todos los tendones que pasan por las manos y producen problemas de movimiento o de irritación a los nervios vecinos; entre las enfermedades que ocasionan podemos mencionar la del túnel del carpo. Esta inflamación de los tendones, que flexionan los dedos y que a la vez comprimen al nervio mediano, producen un adormecimiento, dolor y falta de fuerza en la mano; se hace más notoria la afección en las horas de la noche y muy temprano, en las mañanas, cuando baja la temperatura, a esta enfermedad la llaman Síndrome del Túnel Carpiano de origen ocupacional, por lo tanto catalogable como enfermedad ocupacional o profesional. Según Juri Carbajal Bañados «el síndrome del túnel carpiano, es una lesión por compresión o edema local o sustracción vascular del nervio mediano en el canal del carpo, por una actividad de los tendones flexores superficiales y profundos de los dedos». (Apuntes Técnicos sobre Enfermedades Profesionales, pág. 8).  El síndrome del túnel carpiano se produce por la compresión del nervio mediano a su paso por la muñeca. Este nervio atraviesa un estrecho túnel formado por huesos y ligamentos que, en determinadas circunstancias, puede estrecharse y comprimir el nervio. Dado que este nervio se encarga de la sensibilidad y de la movilidad de parte de la mano, que fundamentalmente consiste en alteraciones de la sensibilidad. Puede considerarse enfermedad profesional. (Eroshi Consumer: Síndrome del Túnel Carpiano. Enfermedad profesional en Aumento). La segunda es llamada Enfermedad del Resorte y su nombre se debe a que el tendón flexor de cada dedo se «engruesa» y comienza a quedarse «pegado» o «engatillado» y cuando se flexiona o estira salta como un resorte.


Síntomas

Los estudiosos del tema señalan que los síntomas son: “… ardor y hormigueo frecuente o entumecimiento con picazón en la palma de la mano y los dedos, especialmente el pulgar, el índice y dedo medio”. Los síntomas pueden presentarse: “… en una o en ambas manos durante la noche…”.
A medida que el mal avanza, se presenta: “…disminución en la fuerza de agarre, que podría dificultar cerrar el puño, asir objetos pequeños o realizar otras tareas manuales” (NINDS – Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares).
La inflamación de los tendones extensores del dedo pulgar produce muchísimo dolor, es la tendosinovitis, también llamada «enfermedad de las lavanderas», dado a que se produce por el esfuerzo que hacen al exprimir a mano grandes cantidades de ropa.
La tendosinovitis o tendovaginitis, generalmente los tendones van enfundados en una vaina, en cuyo interior existe un fluido espeso (líquido sinovial) que su función es lubricar.
Las actividades físicas a que se someten a los tendones son micro traumatismos que repetidos pueden dar origen a inflamaciones agudas o crónicas del propio tendón o de la vaina y aparecen las enfermedades tendosinovitis y tendovaginitis. Estas enfermedades también las sufren los mozos de restaurantes, cajeras, costureras, dactilógrafos, mecanógrafos y lavanderas. (José Vicente Silva Alonso –Iñigo Fernández Cantabria - NE de España).
También se presenta en las cosechadoras de espinacas. Hacemos presente que nos referimos especialmente a las cosechadoras de a mano.
La cosecha o recolección se puede hacer de dos maneras: la primera, arrancando la planta entera y luego se le corta la raíz; la segunda, cortando solo las hojas dejando la planta para un nuevo brote. La primera es generalmente  para el consumo en refresco y la segunda para la industria.
De igual modo se presenta esta enfermedad en los trabajadores y trabajadoras que escogen legumbres o frutas pequeñas en los centros de acopio o mercados de abastos.
Al síndrome del Túnel Carpiano, los especialistas, lo definen como «… nerviopatía periférica que ocurre cuando el nervio mediano, que abarca desde el antebrazo hasta la mano, se presiona o se atrapa dentro del túnel carpiano, a nivel de las muñecas» y las mujeres son tres veces más propensas a contraer esta enfermedad que los hombres y puede ocurrir a cualquier edad.
Los especialistas opinan que esto puede suceder porque las mujeres tienen el túnel del carpo más pequeño; y este mal puede presentarse  en una o en ambas manos (Eroshi Consumer: Síndrome del Túnel Carpiano. Enfermedad Profesional en Aumento).
En las fábricas conserveras de espárragos, alcachofas, espinacas, donde generalmente no trabajan ocho (8) horas sino doce (12): jornada inhumana, particularmente en la temporada de cosecha, los siete (7) días de la semana; las trabajadoras de esas plantas empacadoras y/o procesadoras, permanecen de pie toda la jornada y utilizan mucho sus manos para la manipulación del cuchillo o tijeras, teniendo mayor exigencia en esa parte del cuerpo.
Las posturas y esfuerzos intensos, el estar mucho tiempo de pie generalmente origina patologías musculares que –asociadas con otras, como várices en los miembros inferiores– los movimientos repetitivos, por el uso de cuchillos o tijeras, originan enfermedades tales como el síndrome del túnel carpiano, siendo las personas con diabetes las más propensas a padecer el síndrome del túnel carpiano.
En la lista de enfermedades profesionales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), revisada el 2010, registra como enfermedad ocupacional o profesional al Síndrome del Túnel Carpiano.